El programa no lleva un registro de cuántos exportadores de El Salvador ya usan el mecanismo, pero se estima que más de la mitad de los empresarios del sector ha tenido problemas con el pago de sus proveedores.
Mejores plazos para el pago de facturas vencidas, la incorporación de CIT Commercial Finance como otro de los garantes del programa y la llegada del Banco Promérica – para brindar el servicio y la posibilidad de solicitar un crédito de capital de trabajo— son los nuevos cambios que enfrenta el seguro a la exportación, lanzado a finales de 2005.
El programa, conocido como Exporte con Garantía, y en el que participan la Corporación de Exportadores (COEXPORT) y el Banco Multisectorial de Inversiones (BMI), intenta evitar que haya atrasos o que se acumulen
facturas sin pagar a los exportadores por sus envíos a Estados Unidos y Canadá. Hasta el año pasado, COEXPORT estimaba que más de 92 pagos no habían sido recuperados por el gremio.
Ahora, el tiempo para tramitar la recuperación y pago de facturas vencidas ha pasado de 120 días a 98 días, en espera de reducir esa brecha. “Se ha evolucionado con mejores procesos con las instituciones garantes, y cualquier exportador puede hacer uso del programa”, explica Ricardo Cornejo, jefe de programas de apoyo empresarial del BMI.
Las empresas garantes del pago y las encargadas de cobrar a los importadores el monto de las facturas son Wells Fargo Century (WFC) y el CIT Commercial Finance. Inicialmente, se estimaba que el monto máximo a cubrir superaba los $800 millones, pero ahora, las empresas garantes y los exportadores dicen no manejar cifras de cobertura.
El WFC y CIT analizan si la empresa importadora existe, su récord comercial, si mantienen disputas comerciales o juicios. “Si no aprueban, es porque el importador no era muy bueno”, detalló Leonor de Pocasangre, gerente técnico de COEXPORT.
Sin embargo, estos controles han ocasionado que algunos exportadores no utilicen el mecanismo después de que les han sido denegados o disminuidos los montos de garantía solicitados.
“Hay algunos que lo están utilizando, pero no se tienen cifras exactas porque no son todos los que enviaron solicitud”, indicó Eugenia Lahúd, encargada de desarrollo y administración de productos de empresas de Banco Agrícola, institución que participa en el programa.
“Con CIT, se podrá clasificar a más empresas pequeñas que no son muy conocidas”, agregó.
Hasta julio de este año, el registro del Banco Central de Reserva (BCR) reportaba exportaciones por $2 mil 128 millones. De esos, un 56.7%, según EXPORTA, tiene como destino principal el mercado norteamericano.
Un auxilio necesario
Luis Roberto Fernández, director presidente de Agrosania —empresa productora de lácteos San Julián—, asegura este tipo de mecanismos se hacen más necesarios sobre todo tras la ampliación de mercados con el CAFTA.
“Por la cantidad de clientes potenciales, se vuelve casi imposible chequear el estatus crediticio de cada uno, poniéndonos en una situación de desventaja porque muchos solicitan crédito en sus compras”, aseguró el empresario. La comisión de la garantía es de 1% sobre el valor de la factura.
Los plazos y las tasas no están determinadas, ya que dependen del monto de crédito y el análisis de la empresa. Pero Ana Vilma de Bolaños, encargada de banca regional de Promérica, indicó al respecto: “El que el BMI nos dé cobertura asegura que sean accesibles”. Karina Granados. La Prensa Gráfica
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