El secretario general de Comercio Exterior, Alfredo Bonet, afirmó hoy que ‘no se puede hacer nada a corto plazo’ para solucionar el déficit del comercio exterior.
Aun así, recordó que, según sus previsiones, la aportación negativa del déficit comercial al Producto Interior Bruto (PIB) se reducirá ‘a algo más del uno por ciento en 2006’.Bonet participó, junto al presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Aurelio Martínez, y el de la empresa Borges, Antonio Pons, en el ‘Gran Foro’ sobre ‘Las alternativas ante la crisis del sector exterior español’, que se celebra en el Encuentro Empresarial de Negocios Internacionales (IMEX).
El déficit comercial español acumulaba en enero pasado 6.583,9 millones de euros, el 24,7 por ciento más que en el mismo mes de 2005, según los datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Según el secretario general de Comercio, los factores internos que influyen en este déficit comercial son el patrón geográfico y sectorial de la exportación, ya que España ‘no aprovecha los mercados que más están creciendo’ y exporta ‘un poco lo de siempre’.
Como factores internos, Martínez mencionó la fuerte tasa de inversión, las importaciones de bienes de equipos, la pérdida de la competitividad y ‘cierto’ desplazamiento de la producción hacía el exterior.
Sobre la pérdida de competitividad, Aurelio Martínez explicó tres componentes que influyen en este aspecto, como son el diferencial de inflación entre España y la Unión Europea, el bajo crecimiento de la productividad y la evolución del tipo de cambio.
Para el presidente del ICO, la principal causa exterior que explica el déficit es lo que llamó ‘asincronía cíclica’, es decir, que ‘si España concentra el setenta por ciento de las exportaciones en la UE, y ésta sólo crece al 1,5 por ciento, nuestras exportaciones no pueden crecer al mismo ritmo que otras economías o mercados’.
Como segunda causa, Martínez citó el petróleo, que ‘representa el cuarenta por ciento del aumento del déficit’, y después la apreciación del euro.
En este contexto y para poder paliar la situación, Bonet explicó que es preciso reducir las barreras a las que se enfrentan las empresas exportadoras, mediante redes de acuerdos regionales o bilaterales de liberalización del comercio y las negociaciones en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Además, apuntó que es necesario mejorar el conocimiento de la marca española, es decir, del ‘made in Spain’, así como la diversificación geográfica o la internacionalización de las empresas.
Sobre este último aspecto, el presidente de Borges, Antonio Pont, explicó que este era un ‘tema de actitud’ de las empresas, y añadió que es importante esforzarse por buscar el valor añadido de las cosas, ‘comprar y producir donde sea más rentable y vender donde sea posible‘.
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