El Centro Islámico de Chile entregó a potenciales exportadores, las claves de la Certificación Halal requisito indispensable para ingresar exitosamente a estos relevantes mercados, compuestos por 46 países y más de 1.700 millones de personas.
Representantes del Centro Islámico de Chile dictaron hoy la Conferencia sobre la Certificación Halal, requisito indispensable para exportar productos alimentarios al mundo musulmán, en un evento organizado por ProChile a través del Departamento Asia Pacífico y Nuevos Mercados.
La conferencia, realizada en la Academia Diplomática Andrés Bello, contó con la participación de empresarios chilenos interesados en exportar a los países musulmanes, los que suman 46 y congregan a más de 1.700 millones de personas. Entre estas naciones figuran Egipto, Malasia, Siria, Arabia Saudita, Afganistán, Indonesia, Irán, Qatar, Sudán e Irak, entre varios otros.
El encargado de la Certificación Halal del Centro Islámico de Chile, Abdurahman Morales, explicó que éste es “el procedimiento mediante el cual se verifica y acredita que el contenido y proceso de manufactura de un producto están de acuerdo con lo establecido en la normativa islámica”.
Según los requerimientos de los consumidores musulmanes, la Certificación Halal está dirigida principalmente a productos destinados a ser ingeridos, como alimentos, bebidas, medicamentos y otros, pero también es aplicable a cosméticos y medicamentos de uso externo.
En términos generales, la normativa de la religión islámica establece que para que un producto pueda ser considerado Halal, tanto los procesos de fabricación como los ingredientes que se utilicen en el producto deben estar libres de cualquier elemento considerado “ilícito” o “impuro”.
Estos elementos, según los musulmanes, son: cerdo y sus derivados, alcohol, sangre, animales de rebaño (cabras, ovejas, vacas, etc.) que no han sido sacrificados debidamente según la norma, animales muertos de causa natural, animales sacrificados en nombre de otro que no sea Alá, animales de presa con garras y colmillos (león, leopardo, lobo, oso, etc.), anfibios como ranas y cocodrilos, aves de corral (pollos, patos, pavos, etc.) que no han sido debidamente sacrificados, aves de presa con garras (halcón, águila, cuervo, etc.), sustancias peligrosas para el ser humano y también aquellas consideradas impuras (orina, pus) e intoxicantes.
Se exceptúan las carnes rojas y las aves, casos que dependen de la forma en que se haya sacrificado el animal. También se excluyen la leche y sus derivados, pescados, la mayoría de los mariscos, miel y todo tipo de vegetales.
Para iniciar el proceso de certificación, la empresa interesada debe ponerse en contacto con el centro Islámico de Chile y hacer una solicitud formal para la certificación del producto.
Productos de confianza
Para Abdurahman Morales, la confianza es clave en este tipo de Certificación, y se acrecienta en la medida en que se conocen y respetan los principios que regulan el Halal. “Si estos principios se desconocen o se transgreden, es muy fácil romper la confianza que los musulmanes ponemos en los productos que compramos y que vienen bajo esta Certificación”.
Agregó que las empresas chilenas que ya exportan sus productos a países con mercados islámicos han tenido un desempeño positivo: “El proceso de certificación de estas empresas ha resultado muy sencillo, principalmente por características estructurales de los sistemas de producción chilenos y de las instituciones encargadas de vigilar o supervisar el cumplimiento de estándares de calidad y sanitarios”.
A su vez, el secretario del Centro Islámico de Chile, Mohamed Rumié R., aseguró que “el mundo islámico es observante y cumplidor de las leyes que están escritas en el Corán, que es el libro religioso de los musulmanes. Rezamos cinco veces al día, no tomamos alcohol ni comemos sangre de animales. La observancia de la comida Halal se extiende a todo el mundo islámico”.
Sin embargo, Rumié advirtió que en países como Chile, la minoría musulmana sufre diversos inconvenientes en materia alimentaria. “Cuando nosotros vamos a un restaurant no comemos carne ni pollo, porque sabemos que esos animales no fueron sacrificados según la norma. En cambio, tenemos que comer pescado. Y cuando pedimos el acompañamiento, tenemos que preguntar con qué grasa o aceite fue hecho. Además, consumimos verduras con no toda la seguridad de que el puré fue hecho con mantequilla o manteca de cerdo”, explicó.
Golfo Pérsico
Los países musulmanes son “un mercado objetivo muy importante”, aseguró el jefe del departamento Asia Pacífico y Nuevos Mercados de ProChile, Alberto Cañas.
“Es primera vez que ProChile toma este tema y se preocupa de la certificación Halal. Además, hay que verlo como un proyecto que inicia la Institución con una mirada al mundo musulmán”, aseguró.
Según dijo, “estamos hablando de 1.700 millones de personas en el mundo musulmán. Obviamente, están concentradas en los países árabes, lo que es el Golfo Pérsico. Si miramos solamente esta región, estamos hablando de 300 millones de habitantes, con ingresos per cápita de 19 mil dólares y que además son países que por su estructura productiva son normalmente productores y exportadores de petróleo, pero al mismo tiempo son importadores de todo tipo de bienes y servicios”.
Dada la importancia de esta zona, ProChile está organizando una Misión Comercial a Emiratos, Arabia Saudita y Qatar que se realizará entre el 27 de enero y el 6 de febrero de 2007.
Además, la Institución abrió una oficina comercial en Dubai, uno de los 7 emiratos que conforman Emiratos Árabes Unidos. Alberto Cañas explicó que el nuevo Agregado Comercial, Jean Paul Tarud, “estará a cargo de una zona conformada por la península arábiga, en la que están los países integrantes del Consejo de Cooperación del Golfo (Emiratos, Arabia Saudita, Omán, Kuwait, Bahrain y Qatar) más Yemen, como socio comercial. A esta zona se agregan Irán e Irak, pero actualmente las actividades estarán concentradas en la península”.
La península arábiga ha tenido un crecimiento de entre 7 y 14% en los últimos 5 años y concentra una parte importante de las reservas petroleras del mundo.
Como ejemplo destaca Arabia Saudita, la principal economía de la península. Tiene las mayores reservas de petróleo del mundo y es el principal exportador de este producto, sector del que proviene el 75% de los ingresos del país.
En cuanto a Qatar, su ingreso deriva de las exportaciones de petróleo y gas natural. La riqueza y estándar de vida de los qataríes se compara con las principales naciones europeas occidentales. De hecho, Qatar tiene, desde 2005, el ingreso per cápita más alto del mundo: US$39.607.
A su vez, Dubai es una capital comercial, turística y centro de distribución hacia Medio Oriente, concentrando el 70% del comercio total del país. Las exportaciones chilenas hacia ese país alcanzaron los US$80 millones el año pasado, con madera aserrada como principal producto exportado (64%), seguido de fruta fresca, minerales de cobre, salmón, molibdeno, vinos, almendras y confites.
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