La comarca de Ronda exporta un 70 por ciento de la producción agroalimentaria que genera al año, debido en gran medida a la falta de mataderos y plantas de transformación de alimentos.
Por ese motivo, desde las asociaciones de agricultores locales se está impulsando la creación de un pequeño tejido industrial que relance el sector manufacturero, como es el caso de la Cooperativa Ecológica de la Serranía.
Estos datos no son nada optimistas, según la Oficina Comarcal Agraria (OCA), ya que lo que más ingresos genera es la venta del producto ya transformado, y en la serranía esta cifra no supera el 30 por ciento del total.
A pesar de la buena disposición de los productores rondeños, son numerosos los trámites burocráticos y administrativos que han de superar las pequeñas explotaciones, a los que se los exige las mismos requisitos que a las grandes plantas de transformación, tanto cárnica como de conservas vegetales. A esto hay que sumar, según el director de la OCA, Juan Luis Muñoz, un bajo asociacionismo entre el sector primario de esta parte de la provincia.
La tendencia a la baja en la produciendo ha sido paulatina, como ocurrió en Benaoján, conocido en España por sus embutidos y derivados cárnicos, que contó hasta la década de los noventa con un gran auge. Sin embargo, hoy en día sólo quedan tres o cuatro fábricas de la veintena que había hace unos diez años.
Por el contrario, la producción ecológica aumenta poco a poco, pero con paso firme, como se manifiesta en el incremento de la venta de aceite de oliva ecológico de la almazara de Ronda, o de las conservas vegetales realizadas por la asociación Al-Jaque. Málaga Hoy
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