Hace 22 meses un gran sector de la comunidad empresarial, analistas económicos y detractores políticos afirmaron que la micro, pequeña y mediana empresa sería perdedora en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, sin embargo, hoy el sector hace el balance y se declara ganador en esta apertura comercial.
Con una participación activa en el “cuarto de al lado” y diálogo permanente con el equipo negociador por parte de la Asociación Colombiana de Medianas y Pequeñas Industrias (Acopi), esterenglón de la economía logró 90 por ciento de acceso al mercado norteamericano a materias primas que producen los sectores metalmecánica, artes gráficas, alimentos, confecciones y plástico, además de lograr desvertebrar posiciones monopólicas.
De un total de 150 bienes de consumo, tendrán desgravación inmediata 149, entre los que se destacan papel y cartón filtro en tiras o rollos, sal de mesa, guantes de caucho, calcomanías y mantillas, entre otros.
Del total de partidas que le atañen a la industria gráfica, 48,3 por ciento se ubicó en la canasta de desgravación inmediata, como son hojas para el marcado con fuego, placas y películas, y mantillas para artes gráficas, el resto tendrá eliminación de aranceles entre cinco y diez años.
En la cadena siderúrgica y metalmecánica, se negociaron 2.018 subpartidas, convirtiéndose en el sector industrial más grande que se negoció, de las cuales 71 por ciento tendrán entrada inmediata a Estados Unidos.
De otra parte, en el capítulo correspondiente a remanufacturados y usados, las partes establecieron acceso inmediato a los productos remanufacturados, sin embargo, Colombia logró proteger 69 subpartidas pertenecientes a cuatro plataformas industriales que son: bombas, calderas, compresores y transformadores, manteniendo por cinco años el arancel y con una desgravación progresiva en los siguientes cinco años.
En materia de productos usados, se acordó una licencia previa o régimen especial para el comercio de estos artículos, que no podrá modificarse una vez entre en vigencia el tratado.
En compras públicas se establecieron umbrales diferenciales cuando las realicen entidades colombianas por un valor inferior a 125.000 dólares sólo podrán participar empresas locales, y cuando en Estados Unidos sean superiores a 100.000 dólares podrán postularse las compañías colombianas.
En la discusión de este tema primó la necesidad de brindar un trato preferencial a la pequeña y mediana empresa colombiana, tanto en la posibilidad de participar con garantías en las licitaciones públicas nacionales, como en los Estados Unidos, especialmente en lo que tiene que ver con las compras que realicen los Estados pertenecientes a la Unión.
En artesanías, se podrán exportar a Estados Unidos artículos de madera, barro, fibras, vidrio, arcilla, entro otros, sin regla de origen ni certificaciones, como sucede actualmente en el Atpdea.
Empleo
El presidente de la Asociación Colombiana de Medianas y Pequeñas Industrias, Juan Alfredo Pinto, explicó que con el Tratado de Libre Comercio, las pequeñas y medianas empresas generarán 75 mil empleos al año, pero perderán 25 mil, durante los próximos cinco años.
“Esto significa una ganancia real de 50 mil empleos nuevos al año, con lo que podríamos estar hablando de una generación total de entre 480 mil y 500 mil puestos de trabajo anuales por parte de este segmento”.
El dirigente explicó que para las pyme la firma del Tratado será 75 por ciento positiva, con 25 por ciento de inconvenientes. “La votación en el Congreso tendrá la misma proporción”.
Consumidores
Sin duda, según Pinto, los más beneficiados serán los consumidores, pues van a poder adquirir electrodomésticos importados a bajo costo. “Los productores nacionales también se benefician, pues 87 por ciento de las materias primas e insumos importados vienen sin gravamen”.
En cuanto a la entrada de los cuartos traseros de pollo que se pactó en el acuerdo, las pyme de la industria avícola podrían sufrir un impacto colateral. “En términos de cuartos de pollo, lo ideal es que se hubiera mantenido un control en esa importación, pero la avicultura podría irse adaptando a los cambios en el plazo establecido”, explicó Pinto, tras establecer que finalmente será el consumidor quien se beneficie con la medida.
Y un tema en el que las pequeñas y medianas empresas y en general la industria del país debería estar trabajando es en la reconversión industrial necesaria para competir. “Las empresas pequeñas y medianas tenemos la línea de crédito Aprogresar de Bancóldex para este fin.
No obstante, el tratado no resuelve el vacío que hay de política industrial, pues entre más abierta está la economía, más política industrial se requiere. Allí se va a medir la voluntad política del Gobierno”, señaló Pinto, quien además sostiene que debe crearse un Ministerio de Ciencia, Tecnología y Formación Profesional, que contribuya a mejorar la competitividad de la industria. AGMmagazine
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