Comercio electrónico crecerá un 25% en Chile

Las transacciones por vías electrónicas alcanzaron US$ 8.250 millones en 2005, en tanto, para este año se proyecta un crecimiento cercano al 25%, con ventas superiores a los US$ 10.250 millones, de acuerdo al estudio Economía Digital 2006 presentado por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS).
De las ventas estimadas para 2006, se espera que el 98% provenga de operaciones efectuadas bajo la modalidad B2B, es decir, transacciones entre empresas y de éstas con el Estado (B2G). Esto, producto de la creciente utilización de medios electrónicos para realizar negocios principalmente con el aparato estatal.
En este sentido, se destaca el aporte de sitios web como ChileCompra y ChileProveedores, éste último recién lanzado este año por la CCS para ayudar a los proveedores en su relación con el Estado.

En tanto, para el segmento B2C -ventas a consumidores finales- se espera que este año alcancen un monto cercano a los US$ 250 millones. En 2005, este segmento mostró un crecimiento sin precedentes, equivalente al 115%, impulsado por una mayor madurez de los consumidores online y por la acelerada irrupción de la venta de servicios, como pasajes aéreos y juegos de azar.

Las aplicaciones gubernamentales han seguido demostrando su alta capacidad de penetración, la que ha permitido generar estándares electrónicos de rápida difusión en materia tributaria y de compras públicas. En el sector privado, la banca electrónica y los modelos de compras de grandes empresas con sus comunidades de proveedores avanzan en un sentido similar.

La segunda etapa
La economía digital chilena -que contempla comercio electrónico, servicios, software y aplicaciones, telecomunicaciones e infraestructura- superó los US$ 13.200 millones en ventas durante 2005, anotando un crecimiento del 18% en relación año anterior. Algunos segmentos emergentes mostraron un fuerte dinamismo, corroborando la percepción de que el mercado local ha ingresado a una segunda etapa de masificación de herramientas digitales, si bien se mantienen rezagos preocupantes en áreas críticas, como gobiernos locales, justicia y salud.

El gerente general de la CCS, Claudio Ortiz, señaló, en el lanzamiento del estudio 2006, que el énfasis de la agenda digital país debe cambiar de eje, desde el ángulo de la oferta al de la demanda. Es el momento -recalcó- de cambiar la visión que ha predominado, en cuanto a privilegiar el acceso al hardware, software y conectividad, sin tomar plenamente en cuenta las necesidades de los demandantes, sean éstos empresas o particulares.

“Hemos llegado al fin de la etapa caracterizada por el despliegue tecnológico y el aprendizaje, y nos encontramos en el umbral de la gran etapa de la masificación, en la cual los usuarios nos mostrarán el rumbo que seguirá la adopción productiva y eficiente de las nuevas tecnologías en nuestro país, potenciando su capacidad de contribuir al desarrollo nacional”, afirmó Ortiz.

Sectores rezagados
Claudio Ortiz señaló que el objetivo del país no debe ser seguir avanzando indiscriminadamente, sino lograr que los sectores más atrasados en términos de usos de TI (salud, justicia y gobiernos regionales y municipales) se incorporen.

En el ámbito de la salud, Claudio Ortiz, señaló como prioritario implementar una ficha estandarizada, que beneficiará enormemente a los pacientes, permitiendo homologar tratamientos y conocer todos los antecedentes al momento de tomar una decisión médica. “Sabemos que es un tema delicado, porque dice relación con la privacidad de las personas, pero creemos existen los mecanismos adecuados para salvaguardarla y -al mismo tiempo- implementar esta valiosa herramienta”.

En cuanto al ámbito judicial, destacó la implementación de la “carpeta informática”, en la que se registrarán todas las causas de la reforma procesal en materia penal, familiar, laboral y provisional. Agregó que espera que sistema sea próximamente ampliado a todo tipo de procesos.

Sobre los gobiernos regionales y municipales, el dirigente gremial propuso la implementación de una plataforma común que permita ofrecer los mismos servicios en todo el país, tal como ocurre hoy con organismos como el Registro Civil. “Esto sería posible desarrollando un servicio de apoyo al giro, basado en internet, que ofreciera los mismos servicios homologados a municipalidades y gobiernos regionales. De esta forma, sería posible mantener los mismos estándares, independientemente del tamaño y recursos de las distintas entidades”.

Usuarios internet y empresas
En cuanto al número de usuarios de internet en Chile -según estimaciones de la CCS- llegaron a los 6,7 millones a fines de 2005, con una tasa de penetración del 41% sobre el total de la población. Esto representó un crecimiento del 20% frente a los 5,6 millones contabilizados en 2004. Para fines de 2006, en tanto, se espera que el número de usuarios se aproxime los 7 millones de personas.

Las conexiones dedicadas han llegado a representar dos tercios de los accesos a internet, con 700 mil suscriptores, y un aumento del 13% sobre las informadas a mediados de 2005.

Entre las empresas, el uso de la red avanzó de un 70% a un 73%, incorporándose más de 10 mil nuevas empresas al mundo de la conectividad. Este crecimiento provino del universo de las micro y pequeñas empresas, dado que las empresas medianas y grandes están casi en su totalidad conectadas desde 2003.

A medida que las tecnologías se hacen más sofisticadas o modernas, crece la brecha de adopción entre pequeñas y grandes empresas. Por ejemplo, las pequeñas empresas exhiben buenos indicadores de infraestructura básica, como computadores y conectividad, pero caen muy por detrás de las grandes empresas en el acceso a tecnologías de vanguardia, como redes inalámbricas, seguridad biométrica, radio frecuencia, certificación digital y soluciones para la cadena de suministros (SCM). En tal sentido, si bien las grandes empresas poseen en muchos casos tecnologías de punta, frecuentemente tienden a subexplotarlas, debido entre otras cosas a la ausencia de economías de red, como las que generaría, por ejemplo, el uso de tecnologías equivalentes en sus proveedores o clientes PYME.

De hecho, el perfil tecnológico de las grandes empresas chilenas no dista mucho del que presentan las empresas de países desarrollados. El retraso más bien parece situarse en los usos productivos que en promedio las firmas nacionales dan a las tecnologías disponibles, aún relativamente básico si se compara con lo que ocurre en los países que lideran el proceso de cambio.

De acuerdo al índice de uso de internet en empresas elaborado por la CCS, que considera variables como conectividad, acceso a banda ancha y usos transaccionales de la red, de 0 a 100 las compañías nacionales obtienen 31 puntos, frente a un promedio de 51 en un grupo de países desarrollados, liderados por Suecia, Corea y Reino Unido, todos en torno a los 55 puntos.

Publicado en: Chile

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