Dos empresas salvadoreñas apuestan por recuerdo como producto de exportación . Dentro de una cajita y un pequeño bolso buscan suplir la necesidad de recuperar la memoria de miles de compatriotas.
La nostalgia es uno de los sentimientos que acompañan a la diáspora salvadoreña aún en los más recónditos lugares del mundo. Según los datos del Gobierno, se estima que hay más de 2.9 millones de salvadoreños en el mundo. De este total el 80% vive en Estados Unidos.
Muchos de los connacionales tienen décadas de vivir fuera del país, pero siempre han añorado su tierra, sus recuerdos, sus sabores y colores. Lo extrañan.
La nostalgia se define como la pena de verse ausente de la patria, deudos o amigos. Es la tristeza melancólica originada por el recuerdo. Y para combatir este dolor, el compatriota recurre a la búsqueda de elementos que le regresen a su país, productos que han ido creando el mercado nostálgico.
“El salvadoreño se va a otro país y se lleva su tradición con él. Hay quienes al respirar sienten el olor a tierra mojada; hay otros que aspiran el olor del alguashte”, asegura Ramón Rivas, antropólogo coordinador del departamento de postgrado de la carrera de Ciencias y Humanidades de la Universidad de El Salvador, UES.
El académico explicó que la tradición no es solo la invención, lo que se ocupa para vestirse; es también lo culinario, ya que la cocina siempre ha estado estrechamente ligada a la cultura. “Los comerciantes saben bien la necesidad que tienen nuestros hermanos de los productos del país y por ello han creado toda una red que hace que los productos lleguen a donde se necesite y sean distribuidos. Así nace el encomendero”, narró.
Recuerdos en paquete
Los productos pertenecientes al llamado mercado nostálgico – todos los bienes que traen el recuerdo como dulces, quesos, cremas, bebidas, etc.- registraron en 2004 la nada despreciable cifra de 38 millones de dólares en exportaciones.
Ahora hay dos proyectos que tratan de posicionarse de una manera diferente en este mercado. El primero de ellos recibe el nombre de “Guanapack”. Fue lanzado al mercado el 7 de septiembre de 2005.
Para Raúl Figueroa, uno de los creadores de este producto, la apuesta principal es el mercado de salvadoreños que reside en el exterior y a los consumidores que no tienen la oportunidad de viajar pero que desean regalar elementos propios de su país a amigos.
Bajo el mismo concepto entró al mercado nacional el “Packita Cuzcatleca”. La diferencia de este con el primero radica en su empaque. En lugar de guardarlo todo en un caja, busca que el mismo envoltorio sea único, razón por la cual se contrató a artesanos para que elaboraran un bolso donde se han puesto productos destinados a los inmigrantes.
Aldo Vallejo, director de la Agencia de Promoción de Exportaciones de El Salvador (Exporta), prefiere evitar el nombre de productos nostálgicos y calificarlos como “étnicos”. “Se está hablando de un producto que no solo será comprado por el salvadoreño sino por el hispano y el norteamericano que quiere conocer otras culturas”. Para el funcionario no es suficiente apuntar a los 2.5 millones de salvadoreños en EE.UU.; hay que llegar a los 41 millones de hispanos y después a los casi 300 millones de estadounidenses.
Mauricio Ruano, ex cónsul de El Salvador en Estados Unidos, dice que estos productos vienen a llenar un espacio que no se tenía antes. “Estos empresarios han tomado como estrategia la nostalgia, y tienen la noción de que ella es todo”, explicó. A pesar de ver con buenos ojos la iniciativa, dice que el problema de apostar a la nostalgia es que un día dejará de ser atractivo.
No obstante, Rivas espera que se de una evolución en la forma entender a la nostalgia. “Se ha sobrepasado al típico producto natural. No está hecho solo para consumirlo, sino para tenerlo, para que el que lo vea sepa que viene de El Salvador”.
Un mercado en plena expansión
La empresa que distribuye Guanapack hizo la primera exportación del producto en abril de este año y aún se espera ver el impacto que ha tenido en el mercado internacional.
El envío ascendió a 5,000 cajitas y ya piensan enviar nuevos pedidos a Nueva York, Nevada y Florida.
Este producto fue presentado a la sociedad salvadoreña el 7 de septiembre de 2005. Cerca de cumplir un año aún se mantiene como el líder dentro de su rubro, su único competidor acaba de ver el mercado la semana anterior.
Según Raúl Figueroa, Guanapack está comenzando a incursionar en el mercado de los Estados Unidos. Figueroa dice que los productos que se encuentran dentro del Guanapack fueron seleccionados después de una investigación que pretendía conocer las preferencias de los salvadoreños en el exterior. Para ello se distribuyeron encuestas en oficinas de Correos en el país y en el aeropuerto.
Guanapack tiene su propio sitio web desde el cual se anuncian las nuevas noticias del producto, permiten bajar canciones, obtener papeles tapiz para el ordenador y otros contenidos exclusivos.
Producto basado en tres valores
La idea del Packita Cuzcatleca no nació dentro de las fronteras de El Salvador. Su creador, Ernesto Méndez, a pesar de ser salvadoreño había empezado a diseñar junto a una amiga un producto que fuera dirigido a los guatemaltecos en el exterior.
Por razones personales tuvo que regresar a El Salvador. En el país, el empresario empezó a ver cómo conseguir en su propia tierra el proyecto que había ideado en otro lugar.
Inició las pláticas con empresas y artesanos. Méndez dice que su producto busca responder a tres valores: desarrollo local, ayudando a promover sus productos a artesanos; enviar bienes nostálgicos, para hacer sentir más cerca la patria a los connacionales; y promover el país en el exterior.
“Quería un empaque diferente, que fuera algo que la gente pudiera usar”, explicó Méndez. Logró conseguir un artesano que le asegurara la confección en serie sin comprometer la calidad del producto.
Al interior del empaque ha colocado un libro de leyendas, un delantal teñido con añil, una bolsa con café y juguetes artesanales.
Beneficios Para exportar
Aldo Vallejo, director de Exporta, explicó que su institución busca brindar facilidades para los negocios.
1. Información de mercados en el exterior para posibles inversiones
Según Vallejo, para exportar primero se debe saber hacia dónde hacerlo. La institución, a través de su gerencia de información apoya a los empresarios a obtener datos relevantes de los mercados, necesarios para la toma de decisiones. A través de sus servicios, en esta oficina, se identifican oportunidades de negocios donde hay oferta exportable.
2. Las capacitaciones son necesarias para saber como se debe exportar
Exporta se encarga de explicarle al empresario las condiciones en las que se encuentra el mercado y cuales son los requisitos que se deben cumplir para poder ingresar al mercado. Según Vallejo se mantiene un acompañamiento con las empresas para poder dejarlas en un buen nivel. El titular dice que ya hay 515 empresas que pueden ser catalogadas como exportadoras en el país.
3. Mercadeo de la empresa que desea enviar sus productos
La tercera etapa del proceso de acompañamiento que esta institución ofrece es el mercadeo. Para ello han diseñado un programa de participación en diversas ferias donde las empresas pueden promover sus productos. También pueden ver cómo van moviéndose sus marcas. Asimismo, ellos explican cómo deben manejarse ciertas logísticas como las de distribución.
4. Red de soporte logístico local al alcance de todos los exportadores
Con el fin de proporcionar a los exportadores la orientación y asesoría idóneas para mejorar sostenidamente su proceso exportador, se ha creado la Red de Soporte Logístico; la cual está conformada por empresas proveedoras de los servicios necesarios para lograr un óptimo desarrollo del envío de sus mercaderías. Este puede ser vía terrestre, aérea o marítima. Raúl Benítez. El Diario de Hoy
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