“Chile va a ser una potencia agroalimentaria”. Con ese claro predicamento, el recién asumido ministro Álvaro Rojas, sintetizó en entrevista dada a radio Cooperativa, las posibilidades y desafíos que se vislumbran para el sector de cara la bicentenario.
“Tenemos acuerdos con las principales economías del mundo, un sistema eficiente de
control de plagas y en general una estructura agropecuaria instalada que nos da muchas posibilidades competitivas en términos de calidad y credibilidad”, señaló.
Sin embargo, y a manera de seguir consolidando la imagen de nuestros productos, el Ministro destacó como área prioritaria de trabajo para estos 4 años, potenciar el sector alimentación. “Hoy, los grandes consumidores de nuestro productos se ubican en los mercados internacionales. Estos consumidores son personas sofisticadas que requieren de calidad de productos. Ellos apoyan su compra en ciertas propiedades alimentarias, sanitarias y ambientales de los productos, además de favorecer a empresas socialmente responsables. La mayor expresión de esta exigencia, tiene relación con el concepto de trazabilidad (una exhaustiva hoja de vida del producto desde su origen hasta el destino final), lo que implica que nuestra agricultura debe adaptarse a esta nueva realidad”, acotó el ministro.
Esta adaptación a las norma internacionales, debe concebir también, a juicio del ministro, un trabajo focalizado en el mejoramiento de la calidad de los productos de la pequeña y mediana agricultura, de forma que nuestro país no propicie un agro de baja categoría. Sentenció que “no puede existir 2 tipos de agro en Chile, un moderno y otro poco desarrollado con cerca de 200.000 familias agricultoras (cerca del 10 % de la población chilena). Por ello necesitamos empoderar a este segmento con los instrumentos adecuados para que puedan modernizarse. Ellos además son los protectores de nuestro patrimonio cultural, de lo chileno, y lo tradicional ya lo sabemos, es perfectamente posible de globalizar”.
En lo referente al mercado interno, el ministro desmitificó el hecho de que en Chile se consuman productos agrícolas de mala calidad o residuos de las exportaciones. De hecho argumentó que hoy existen en Chile altos estándares de calidad para los productos destinados al consumo interno y en condiciones de precio 5 veces mejores que en los mercados extranjeros.
Consultado por el impacto que la baja del dólar significará para el sector, Álvaro Rojas señaló que “es un hecho que nos golpea fuertemente. Por un lado, implica menos retornos para los exportadores y también una merma para los pequeños y medianos agricultores por cuanto se pueden importar productos a menor costo desde otros mercados. A mediano plazo esto significa una baja de las inversiones”.
No obstante destacó su confianza en que esto pueda ser suplido dando un salto en competitividad, innovación y agregación de valor de nuestros productos. “Dentro de esta línea, existe una fuerte tendencia mundial a que el agro aporte nuevas fuentes energéticas a la industria energética. De hecho, ya hay países que aprovechan por ejemplo el maíz o el trigo para la producción de metanol o los raps y la soya para la fabricación de aceite para motores. Entonces, países no productores de petróleo como el caso nuestro, pueden generar sus propios petróleos a partir de la agricultura. El Estado tiene un rol fundamental en la generación de políticas de innovación del sector agrícola”.
Sobre el primer mes de gestión de la Presidenta Bachelet, el Ministro Rojas rescató el énfasis que se ha hecho en los social, fundamentalmente con la puesta en marcha de una serie de medidas que apuntan directamente a beneficiar a los sectores más desprotegidos de nuestro país.
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