El reciente otorgamiento de los Premios Nacionales a los mejores exportadores del 2006 confirmó la acertada apuesta de las autoridades cubanas por desarrollar la ingeniería genética y la biotecnología, un área que ha cambiado el rostro de la economía de la isla.
Un par de décadas atrás todos alababan el desarrollo de la ciencia cubana en la creación de fármacos diversos; pero la exportación era una asignatura pendiente para ese rubro por el difícil acceso a un mercado dominado por un pequeño grupo de transnacionales, fundamentalmente estadounidenses.
Por aquel entonces, cuando la biotecnología cubana usaba pañales, el país era un exportador neto de materias primas con la venta de azúcar, níquel, cítricos, café y tabacos, por sólo citar algunos renglones.
Con persistencia, paciencia y mucha voluntad política, la industria médico farmacéutica cubana se fue abriendo paso gracias a productos líderes como las vacunas contra la Hepatitis B, o la antimeningocóccica, de la que se han aplicado más de 40 millones de dosis en una decena de países, o la destinada a combatir la haemophilus influenzae, esta última el primer producto sintético de su tipo en el mundo.
Así, en la última edición de los Premios al Exportador, 7 de las 17 empresas nominadas pertenecían a empresas exportadoras de medicamentos, servicios o productos originados en los polos científicos.
Tras un crecimiento de las ventas de un 72 por ciento en relación con el 2005, CIMAB S.A., la comercializadora de los medicamentos elaborados a partir del cultivo de células en el Centro de Inmunología Molecular, recibió el lauro en la categoría de Grandes Empresas, empatada con Cubaníquel
Entre las Medianas obtuvo el premio TECNOSUMA S.A., otra entidad del sector científico, que exporta equipos y reactivos para diagnóstico producidos por el Centro de Inmunoensayo y que en tres ocasiones anteriores ha merecido esta distinción, entre otros méritos, por la calidad de sus ofertas en tan competitivo mercado internacional.
Heber Biotec S.A., la empresa insigne del Polo Científico, con exportaciones récord que superan en un 79 por ciento a las del año anterior, ganó el Premio al Exportador por encargo del Consejo de Estado, con el que se reconoce la excelencia ante los compromisos estatales que demandan esfuerzos significativos para su cumplimiento.
Todas esas entidades representan a instituciones del llamado Polo del Oeste de La Habana, donde se concentran 52 centros científicos de punta cuyas producciones son de alto valor agregado.
El salto ha sido tan gigantesco que los medicamentos han pasado a ser el segundo rubro de las ventas cubanas al exterior, después de desplazar a las exportaciones tradicionales, excepto el níquel, beneficiado por fuertes inversiones y altos precios en el mercado mundial.
La ciencia ayuda así a cambiar la cara de una economía cuyas exportaciones en el 2006 crecieron en un 27 por ciento, para hacer que por tercer año consecutivo haya un superávit en la balanza de pagos. Raúl Menchaca. Cuba Ahora
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