Sin embargo, se espera prestar un servicio de mucha mayor calidad este año a la carga fresca en el aeropuerto de Ezeiza respecto de años anteriores. Ocurre que TCA realizó una inversión de $ 11 millones para unificar las bodegas de importación y de exportación del aeropuerto y prepararse para los picos de carga fresca.
"Estamos esperando la etapa fuerte de perecederos con mucho optimismo. Tenemos unas nuevas instalaciones que han más que duplicado la capacidad histórica de cámaras de frío", indicó el gerente general de TCA, Juan Carlos Lomaglio.
Actualmente, el total de área refrigerada es de 2000 m2, si se suma el área de recepción de cargas frescas a la de cámara de frío.
"Son siete bocas de recepción de mercadería con un sistema de mesas niveladoras y docks (dársenas) apropiados para los camiones. Todo eso hace un área mucho más ágil para la recepción de la mercadería que la que había en el pasado", contó el directivo.
Los productos frescos entrarán directamente a un área de palletizado refrigerada y con una temperatura estable de 15° centígrados.
Si el avión ya está cargando mercadería, la carga fresca se despacha. Si no, se ubica en cámaras de frío hasta el momento de la carga. Una de estas cámaras tiene una temperatura de -4°C a 6°C y la otra de -12° centígrados.
Por su parte, el director de ventas de Lufthansa Cargo, Marcos Kšnig, señaló que "se ha previsto en la logística interna de los depósitos un proceso de carga y descarga más fluido". "Se verá en temporada cuán ágil es el desplazamiento interno", dijo.
En tanto, Alejandro Calatayud, socio de Clover Logistics, agente de carga aérea especializado en perecederos, consideró que el área climatizada de recepción de productos palletizados será una mejora fundamental en esta temporada.
"Antes la descarga de camiones se hacía al aire libre", explicó.
Fluctuaciones
Por la mayor demanda de transporte estacional, se estima que los fletes aéreos subirán en los próximos días al menos un 50% para las cargas de frutas estacionales.
Otro factor que incide respecto de la temporada de fines del año pasado es el precio del dólar. Calatayud comentó que en 2002 se estaba trabajando con un dólar de $ 3,60 cuando ahora la moneda norteamericana se ubica en los $ 2,87.
De todos modos, "el euro está alto y esto lo puede compensar en parte porque todos los costos de flete están en dólares y esto no deja de ser una ventaja para el importador", señaló.
En otro orden, la sequía en Mendoza podría perjudicar el envío de cerezas por vía aérea, según Calatayud. También puede aparecer un competidor inesperado para las uvas argentinas. "Los productores comentan que habría uvas desde Brasil que saldrían unas semanas antes que las de la Argentina a un costo mucho más bajo", enfatizó.
En el país vecino hay una oferta mucho mayor de vuelos cargueros, que puede llegar duplicar a la de Buenos Aires, según la compañía aérea de la que se trate.
De todos modos, la uva de nuestro país tiene ventajas respecto del país vecino en cuanto a calidad. Sin embargo, Calatayud comentó que "la diferencia en calidad de la fruta puesta en la góndola (de supermercados del exterior) no pagaría el diferencial del costo de flete".
Fuente Diario La Nación
Terminal de Cargas Argentina (TCA)
Aeropuerto Internacional de Ezeiza
Pcia. De Buenos Aires - Argentina