La falta de financiamiento, cuando no su alto costo, se ha convertido en el principal cuello de botella empresario, aún en los casos en que la devaluación ha creado nuevas posibilidades de negocios. Recién en los últimos días comenzaron a reapareces líneas de crédito para las Pymes y la señal más destacada es hasta ahora el acuerdo firmado por la Unión Industrial con el grupo Macro y el Credicoop, para financiar la reconstrucción del capital de trabajo en ese rango empresario por un monto de 152 millones de pesos.

Sin embargo, desde hace un tiempo las Pymes han comenzado a buscar por fuera del sistema bancario nuevos instrumentos de financiación.

Esta vez la iniciativa la ha tomado el Fogaba (Fondo de Ganancías Buenos Aires], sociedad anónima con participación estatal mayoritaria, dependiente del Ministerio de la Producción del gobierno bonaerense. La novedad es que el organismo está a punto de garantizar la primera operación de crédito a través de un fideicomiso a favor de una Pyme con intereses en el negocio de exportación.

Abel Scarabino, presidente de Fogaba, explica que el éxito del emprendimiento dependerá de la capacidad que despliegue el organismo para "reconstruir la confianza entre el pequeño inversor, aquel que tiene la plata bajo el colchón o en una caja de seguridad, y las Pymes que tienen negocios de exportación, es decir que cobran en dólares".

El funcionario explica que se trata de contratos muy sencillos en los que intervienen el inversor, la empresa tomadora, un administrador del fideicemiso y el Fogaba.

Todas estas figuras giran en torno a un fondo fiduciario integrado por los derechos, aportes en dinero y garantías otorgadas, incluidos en los contratos. Fogaba, que está en condiciones de emitir garantías por no menos de $ 15 o 16 millones (según la cotización de valores que tienen distintos fondeos), además de evaluar la historia exportadora de la empresa a avalar, le aporta el asesoramiento jurídico y financiero necesarios para realizar la operación. Interviene, además, un banco encargado de administrar el fideicomiso, realizando el seguimiento de las obligaciones contraídas y con facultades para ejecutar las garantías en caso de incumplimiento.

En el caso de la primera operación de este tipo, la pre-financiación necesaria suma alrededor dc 50.000 millones de dólares, demandados por una Pyme del rubro impresor con negocios en el comercio de exportación.
Los fondos son aportados por un inversor privado, y serán garantizados en un 75% por el Fogaba. A su vez, Provincia Mandato y el Banco Francés serían las entidades administradoras del Fondo fiduciario.