Varias empresas de la industria del caucho se entusiasman con exportar a Brasil, uno de los grandes productores de esta materia prima del mundo. El desembarco coincide con las primeras señales de reactivación en el vecino y socio y mientras el real y el peso están en
equilibrio, pero también en medio de acusaciones de dúmping. La puerta de entrada para las empresas argentinas se abrió durante Mercopar 2003, la mayor feria de subcontratación industrial de América latina, que se hizo en Caxias do Sul, en el estado de Rio Grande do Sul.
"Se está demostrando que en algunos nichos somos muy competitivos, tanto en precios como en calidad. El tema pasa por la escala: los brasileños son muy competitivos cuando se trata de grandes volúmenes y nosotros en menos cantidades y también en productos puntuales que ellos no han desarrollado", asegura Néstor Laino, presidente de la Federación Argentina de la Industria del Caucho (FAIC). Según este dirigente el sector enfrenta grandes posibilidades, pero también desafíos, y cuenta que hace unas semanas la firma Jaime Serrat de Rosario recibió un pedido de muestra de 5.000 fuelles de goma para el sector automotor, que superaba su capacidad de producción inmediata.
Para el comprador Márcio Cassimiro, de Gascom Equipamentos Industriais, de San Pablo, una empresa proveedora de Petrobras, que llegó a Mercopar en busca de adhesivos, abrasivos y juntas de expansión, "los productos de caucho argentinos impresionan como de muy buena calidad y con precios similares a los locales".
Raúl del Barro, de Fegomat S.A, una pyme de La Tablada dice que "las rondas de negocios fueron muy positivas. Pasamos varios presupuestos y acordamos una venta de burletes de silicona para hornos de cultivos de laboratorios, que cotizamos 20% más barato que los proveedores brasileños".
Fue una de las pocas excepciones de Mercopar 2003, dado que los negocios que allí se manejan "son de lenta maduración y pueden demorar entre seis y nueve meses ", reconoció una alta fuente de Sebrae/RS, organizador de la megamuestra. No obstante, al cierre del evento, que contó con 350 expositores y posibilitó la realización de 1.200 reuniones, se anunció la concreción de 21 negocios a un promedio 20.000 dólares cada uno.
Según se supo no todos los argentinos fueron con ánimo de exportar. Keops, el mayor fabricante de gomas para bicicletas de la Argentina fue hacer acto de presencia con la idea de instalar su marca. "No es fácil competir con monstruos como Levorín, que produce 12 millones de neumáticos por año, cuando en la Argentina se consumen 6 millones. Y menos cuando este fabricante exporta a nuestro país la goma todo terreno a 1,34 dólar sin impuestos y las vende a 2 dólares en el mercado interno", explica Oscar Bornico, responsable de Keops en la muestra, quien adelantó que por eso ya hay una denuncia de dumping en marcha.
Este es el último año que Mercopar se realiza en Caxías do Sul, una pujante ciudad de más de 400.000 habitantes, donde sobran chimeneas y grandes galpones y casi no se conoce la palabra desempleo. En el 2004, la feria, inspirada en la famosa Hannover Fair de Alemania, se realizará en Porto Alegre. Argentina será la invitada especial. Y su industria de caucho apuesta para entonces a ser más conocida en Brasil.
Fuente Diario Clarín