Carne y cueros ovinos, pescado y langostino congelados, bombas para la extracción de petróleo crudo, aparatos de bombeo, cemento y liebres patagónicas son algunos de los productos que exportan desde el sur del país empresas agrupadas en la Cámara de Comercio Exterior de la Patagonia Central (norte de Santa Cruz y sur del Chubut). Con alrededor de 20 socios exportadores e importadores, la cámara se propone "desburocratizar los trámites que los empresarios deben realizar para llevar sus productos al resto del mundo (y contrarrestar el poder de la Capital Federal), a la vez que busca aumentar la competitividad de los exportadores de la región", explicó el presidente de la entidad, Néstor Vicente Alvarez.
"Indudablemente, el destino de nuestra región está signado por el comercio exterior y el gran desafío es llegar al mundo entero con calidad y continuidad", agregó.
La cámara trabaja también en un nuevo proyecto para instalar a las empresas petroleras de la cuenca del golfo San Jorge en el mundo, organizándolas en un grupo regional que compita en el mercado internacional.
Desde sus inicios, la cámara se propuso contribuir a la eliminación y reducción de sobrecostos del comercio exterior de la región derivados de la situación geográfica y de la especificidad productiva de sus empresas.
Mucho por hacer
Respecto de la historia de la entidad, Alvarez explicó: "Estamos trabajando desde 1997. Nuestros socios son principalmente Pyme industriales y de servicios petroleros. Por medio de la federación que agrupa a las cámaras de comercio exterior del interior del país hemos trabajado con la Secretaría de Industria y la Dirección General de Aduanas en la adecuación de las normas a la realidad del interior. Esto permitió mejoras en los tiempos y redujo los costos, pero todavía queda mucho por hacer", agregó.
El directivo aseguró que la centralización en la toma de decisiones dificulta la exportación regional. "Vemos con preocupación la cantidad de temas centralizados en el Senasa de Buenos Aires. Para la aprobación de un rótulo, por ejemplo, se debe pasar por la Capital. Esto implica costos y demoras en la posibilidad de ubicar ese producto en el mercado externo", explicó.
También recordó el caso de una empresa que estaba efectuando su primera exportación de vacunos en pie a Chile y tuvo que pedir la prórroga de la autorización para exportar en la Capital, y como el trámite se demoró tanto se murieron algunos animales, por lo que los empresarios desistieron de realizar el proyecto".
En el sur del Chubut no hay ningún delegado del "área verde" (sanidad vegetal) del Senasa; sólo hay uno en Esquel, a 600 kilómetros de Comodoro Rivadavia y a unos 500 de la frontera con Chile, con lo que muchos renunciaron a exportar volúmenes reducidos a ciudades chilenas cercanas debido al encarecimiento de las operaciones.
La institución se propone, además, superar las deficiencias en la infraestructura regional. Para informes, comunicarse por e-mail a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Por Ana Tronfi
Fuente Diario La Nación