La promesa China

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El ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), seguramente tendrá un impacto profundo en la agricultura argentina, y en la de todo el MERCOSUR. Ese país está creciendo con una tasa superior al 8 % anual, un ritmo sostenido por la expansión de la industria y por la apertura económica que se inicio en los años ?80. Actualmente, el comercio exterior de China alcanza los 500.000 millones de dólares, y con el ingreso en la OMC crecerá aún más. El ingreso de China a la Organización Mundial de Comercio (OMC), seguramente tendrá un impacto profundo en la agricultura argentina, y en la de todo el MERCOSUR. Ese país está creciendo con una tasa superior al 8 % anual, un ritmo sostenido por la expansión de la industria y por la apertura económica que se inicio en los años ?80.
Actualmente, el comercio exterior de China alcanza los 500.000 millones de dólares, y con el ingreso en la OMC crecerá aún más.

El aumento de su población presupone también un mayor consumo de alimentos, además de que el desarrollo también impactará sobre las necesidades de alimentos y los hábitos de consumo.
Atrás quedó aquel supuesto de que los alimentos crecen con proporción aritmética y la población con proporción geométrica.
Los pueblos poco desarrollados se alimentan con féculas como arroz o trigo, o con proteínas vegetales consumidas en forma directa como las legumbres.
Cuando se pasa a una dieta con proteínas animales, crece inmediatamente la demanda de granos forrajeros y harinas vegetales, y ésto es justamente lo que está ocurriendo actualmente en China.
Lo previsible es que, de mantenerse esta tasa de desarrollo, se incrementarán sus necesidades de alimentos de alto valor agregado, como las proteínas animales, con la consiguiente suba del consumo de aves, cerdos, huevos y lácteos entre otros productos.

Durante el año pasado, la República Popular China le compró a nuestro país un poco más de cuatro millones de toneladas de soja. Se trata del principal mercado individual para este producto, que en la actual campaña arrojó una cosecha de 26 millones de toneladas y ahora apuesta a bastante más.

El gobierno chino ha expresado que tiene el 20% de la población mundial, pero sólo el 7% de la tierra agrícola, y que hoy producen 200 kilos de granos per cápita, mientras la Argentina produce 2 mil.
Cuando su incorporación a la OMC termine con el papeleo burocrático y comience a operar, China implementará una tarifa de importación del 3% para la soja.

Las importaciones de productos agrícolas sufrirán una reducción de los aranceles desde el 45 % al 15%. En el caso del aceite de soja, la cuota para la importación se elevará a 2,59 millones de toneladas hacia el 2005, con una tarifa del 9% dentro de ese cupo.
Mantendrá un diferencial para proteger el valor agregado interno, y ésto afectará el valor agregado argentino. De cualquier manera, con condiciones claras las posibilidades de acrecentar ventajosamente nuestros intercambios con China son más que evidentes.

Fuente: ECHAGÜE, Selva. 2002. Acaecer (306), en., p. 25. Buenos Aires