Con las exportaciones de capa caída, las provincias buscan mantener nichos de producción que les ayuden a resistir el temporal. Aunque más del 90% de las ventas externas están hiperconcentradas en el agro y sus derivados, la minería y la cadena automotriz, en algunos distritos hay otras alternativas: arándanos, golosinas, y desodorantes son algunas de las apuestas de los que intentan diversificarse.
Un trabajo de la Cámara Argentina Comercio (CAC) muestra que en los últimos dos años, las provincias que más vieron crecer sus exportaciones fueron Corrientes, La Pampa, La Rioja, Río Negro y Santiago del Estero. Para el resto, los números fueron negativos. Las dos que más retrocedieron son Chaco y Tierra del fuego.
Gabriel Molteni, economista jefe del Observatorio de Comercio Exterior de la CAC, indica que el año pasado las exportaciones totales de la Argentina sumaron US$81.600 millones, según las cifras del INDEC. “Los números están prácticamente estancados respecto de los niveles de 2012, ya que sólo presentaron un crecimiento del 0,9%. Y este año, en los primeros siete meses hubo una caída del 10%”. Detrás de esta retracción aparece la pérdida de competitividad. “Por el efecto de la inflación, la devaluación de enero no se ha visto reflejada en un aumento de las exportaciones”, señala.
Molteni apunta que Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba explican el 70% de las exportaciones. “El resto de las provincias tiene mayores costos por cuestiones de infraestructura y logística. Traer una tonelada de arroz desde Corrientes a Buenos Aires sale lo mismo que mandarla a Europa”, ejemplifica. Pese a esto, y con las exportaciones fuertemente concentradas en arroz y mandarinas, esa provincia logró mantenerse a flote: en medio de la debacle, sus ventas crecieron 18,2% respecto de 2012.
La Pampa aumentó 9,7% respecto de 2011, pero cayó 8,3% con relación a 2013. Atada a los productos agrícolas, la provincia encontró un nicho en la exportación de miel, que representa el 5% de las ventas externas. También La Rioja consiguió crecer 17% contra 2012, pese al ciclo negativo que enfrenta la producción olivícola. A caballo de la promoción industrial, las exportaciones de papel, cartón y cuero le permitieron salir adelante.
En el caso de Río Negro, sus exportaciones aumentaron 21% haciendo foco en las peras y las manzanas. Pero las perspectivas no son las mismas para este año (ver página 7). El ciclo de las ganadoras se cierra con Santiago del Estero, que si bien vio bajar sus ingresos por exportaciones 11% con respecto a 2012, obtuvo un crecimiento de 4% sobre 2011. El 58% de las exportaciones santiagueñas corresponden a maíz.
Del lado de los perdedores, los dos distritos que se recortan con más nitidez son Chaco y Tierra del Fuego, con una caída del 54% y 60% respectivamente. El derrumbe de los commodities agrícolas y del gas licuado de petróleo explican la merma.
Con una facturación de US$25.668 millones, Buenos Aires vio caer sus ventas externas 7,3% en 2013. La producción automotriz y la agropecuaria son los rubros que sostienen a la provincia en el primer puesto en el podio del comercio exterior. Entre los artículos que exportan, aparecen los desodorantes corporales y antitranspirantes: sumaron US$335 millones en 2013. El desarrollo bonaerense en este rubro está atado al desempeño de Unilever y sus marcas Axe, Rexona y Dove. Federico Ovejero, vicepresidente de Comunicaciones Corporativas y Sustentabilidad Unilever Latinoamérica, cuenta que la planta ubicada en Tortuguitas es la fábrica de desodorantes en aerosol más grande que tiene la empresa en todo el mundo. Con una capacidad instalada de 600 millones de unidades por año, exportan el 24% de lo fabricado a 40 países de Latinoamérica, Asia y Medio Oriente. “El proyecto es llegar a otros 20 países en los próximos años. Durante 2012 se exportaron desodorantes por $1.020 millones y en 2013 se invirtieron $115 millones en una nueva línea de producción”.
Al igual que Entre Ríos y Tucumán, para la diversificación Buenos Aires apostó al color púrpura. La exportación de arándanos sumó US$30 millones en los dos primeros distritos, con sólo US$10 millones para los productores bonaerenses. Pero el año pasado no fue bueno para todos. “Los crecientes costos internos les quitan competitividad a las frutas argentinas”, señala la consultora Topinfo. En la actual campaña, Tucumán y Salta fueron las únicas provincias que incrementaron sus volúmenes exportados. Este plus compensó la merma sufrida en Entre Ríos y en Buenos Aires. Casi el 40% de las exportaciones provino de Tucumán y Salta, 45% de Entre Ríos y 13% de Buenos Aires. Hace 5 años, el 52% llegaba de Entre Ríos, 35% de Buenos Aires y sólo el 9% de Tucumán. La producción argentina –que se ubicaba en 20.000 toneladas– cayó a menos de 15.000 toneladas y las exportaciones bajaron entre 18 y 20% con respecto de las tres temporadas anteriores.
Santa Fe ocupa segundo puesto en el ranking de valor exportado por provincia. En 2013 vendió bienes al exterior por US$15.487 millones –mayoritariamente soja–, lo que implica una merma interanual de 7,6% y de 12,9% comparado a 2012 y 2011, respectivamente.
El tercer lugar del ranking es para Córdoba. El año pasado exportó por más de US$10.000 millones, lo que implica un crecimiento interanual de 1% pero una merma de 3,7% comparado con 2011. Entre sus productos se destacan los vinculados con la actividad agrícola y con la industria automotriz.
Para las tres provincias más grandes, Brasil es el destino principal. La concentración de las ventas explica por qué han salido perdiendo respecto de los años anteriores.
Lejos de los primeros puestos, la Ciudad de Buenos Aires apuesta también a sostener sus exportaciones de nicho. En la Capital Federal los bienes for export son pocos: apenas representan US$420 millones, contra US$5.000 millones que ingresan por las ventas de servicios. Este último sector presenta el 10% del PBI de la ciudad y ocupa al 9% de la población activa. Entre los sectores productivos, los exportadores más importantes son los relacionados con la producción de hormonas y comprimidos, artículos farmaceúticos y cueros y manufacturas. En casi todos los casos, las exportaciones están concentradas en muy pocas empresas. El sector más diversificado es el farmacéutico, donde cinco laboratorios se reparten los US$54 millones de ventas anuales.
Entre las provincias que logran diversificarse, la mayoría lo hace atada a una empresa multinacional. Así ocurre en Tucumán, donde los bombones, caramelos y pastillas representan ventas al exterior por US$30 millones, según datos del Instituto de Desarrollo Productivo de esa provincia. En su planta de Lules, Arcor produce, entre otras marcas, Menthoplus, Mogul y Sugus. Del volumen total de producción, un 70% es para el mercado interno y el resto se exporta.
En la última década, las grandes ganadoras fueron las provincias mineras. En Catamarca, el cobre representa casi el 86% de las exportaciones y el 66% del producto bruto. “Es un ejemplo de la alta concentración en commodities que tienen las provincias, lo que pone en riesgo sus cuentas cuando caen las exportaciones. En casos como éste, el peso de la actividad principal es tan fuerte que hace que la concentración se mantenga”, dice Molteni. La provincia pasó de exportar US$500 millones en 2003 a US$1.100 millones el año pasado, una baja del 32% respecto de 2012. Mientras que Neuquén fue la que menos creció en esta década a causa de la caída de las exportaciones de combustibles: pasó de vender US$1.000 millones en 2003 a US$251 millones en 2013, cuando la peras desplazaron al gas de petróleo como principal exportación. Por Annabella Quiroga. iEco