Representantes de la Comisión Europea (CE) y de los países del Mercosur han iniciado hoy en Bruselas una nueva ronda de negociaciones para un acuerdo de asociación, en la que se centrarán especialmente en discutir la parte normativa del pilar comercial. Esta es la segunda sesión de trabajo a nivel técnico que ambas partes mantienen desde que decidieron retomar las tratativas el pasado mayo en el marco de la última cumbre euro-latinoamericana, y en ella discutirán principalmente los aspectos normativos del pilar comercial del acuerdo, al no haber intercambiado todavía ofertas sobre el acceso a mercados, informaron fuentes de la CE.
"Ambas partes se han comprometido a hacer progresos rápidos", señalaron.
Las discusiones comerciales que se llevarán a cabo hasta el viernes incluirán los capítulos de comercio de bienes, servicios e inversiones, compras públicas, barreras técnicas al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, facilitación de aduanas y comercio o propiedad intelectual e indicaciones geográficas.
También política de competencia e instrumentos de defensa del mercado, reglas de origen, comercio y desarrollo sostenible y acuerdos en caso de disputas.
La primera ronda mantenida desde la decisión de reanudar las negociaciones, que estaban estancadas desde 2004 ante la falta de avances en la Ronda de Doha para la liberalización del comercio mundial, se celebró el pasado verano en Buenos Aires.
Según precisaron fuentes diplomáticas, las delegaciones de los países del Mercosur y de la Comisión Europea (la institución que negocia en nombre de los 27 estados de la UE), abordarán esta semana especialmente el pilar comercial del acuerdo de asociación, ya que es "el que va más rezagado".
No obstante, aseguraron que la Unión Europea (UE) y el Mercosur siguen adelante, de forma paralela, con los otros dos pilares que incluye el acuerdo, sobre diálogo político y cooperación.
Fuentes de la Comisión destacaron que el tratado comercial es "muy importante tanto para la UE como para el Mercosur" (compuesto por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay).
Así, el Mercado Común del Sur (Mercosur) se encuentra entre los diez destinos más importantes para las exportaciones comunitarias y, "dado su rápido y sostenible crecimiento económico, es un paso lógico que la UE concluya un tratado de libre comercio (TLC) con el Mercosur", apuntaron.
La CE recordó que ese mercado "sigue protegido" por unos aranceles de exportación "relativamente altos", y que todavía no ha concluido un TLC con ninguno de sus principales socios comerciales.
"Un TLC daría efectivamente a los exportadores, proveedores de servicios e inversores de la UE considerables beneficios", señalaron las fuentes.
El tratado que preparan ambas partes persigue eliminar los aranceles a productos, liberalizar el comercio de servicios e inversiones, abordar las barreras no arancelarias y mejorar el marco regulador general a fin de desarrollar "un entorno más favorable" para los negocios.
En opinión de la CE, este acuerdo podría generar "grandes beneficios" para el Mercosur, ya que el mercado europeo representa a 500 millones de habitantes "con alto poder adquisitivo" (más de 30.000 dólares per cápita de PIB), y un PIB total de cerca de 16,5 billones de dólares (11,8 billones de euros), lo que supone más del 21% del PIB mundial.
Además, la UE constituye el primer socio comercial del Mercosur (también el primero de Brasil y el segundo de Argentina).
"Los países del Mercosur podrían cosechar importantes beneficios de un mejor acceso al mercado europeo no sólo en agricultura, sino también en otros campos como productos industriales, servicios o contrataciones públicas, por no mencionar las oportunidades de inversión", enfatizaron las fuentes comunitarias.
Añadieron que todos ellos son sectores en los que los países del Mercosur son "cada vez más competitivos", de forma que a través del tratado podrán incrementar sus exportaciones y actividades. EFE