Con algo más de un año de demora, la producción regional de conejos podría tener salida al mercado internacional en lo que queda de 2007. La posibilidad de llegar al exterior con los animales producidos en Mendoza y provincias vecinas, quedaría abierta a partir de la habilitación del matadero frigorífico municipal de Lavalle para procesar las carnes que tengan por destino el mercado internacional. La autorización, que es facultad del Servicio de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) podría llegar en los próximos noventa días -según estiman en la Comuna-, mientras se dispone todo para ejecutar el convenio firmado recientemente con la universidad Tecnológica Nacional, que asistirá en la implementación de la norma ISO 22000.
Hace poco más de un año, se había anunciado que la producción de conejos de la zona podría encontrar una salida al mercado internacional durante la segunda mitad de 2006, a través de una estrategia de integración que planteaba el municipio lavallino.
La iniciativa se enmarcaba en el Programa de Desarrollo Cunícola y Caprino impulsado por la Comuna, que intervendría en la fase industrial del proceso a través del Matadero Frigorífico Municipal, que debía estar operando para mediados del 2006.
El negocio tendría vinculación con el mercado a través de Mendoza Rabbit S.A., una comercializadora local que aspiraba a llegar con el primer contenedor a Europa, a comienzos del segundo semestre del último año.
Ricardo Paredes, presidente del Directorio de la firma, admite hoy que el proyecto original se encuentra "en estado latente", y señala que están establecidos los contactos comerciales en el exterior. "Lo que estamos esperando ahora -dice- es que el Senasa extienda la autorización al frigorífico para exportar".
El mercado
La comercializadora orienta sus contactos hacia la Unión Europea, donde están los precios más interesantes. Advierte, de paso, que también en este rubro pesa mucho la competencia china, cuando se trata del animal entero. "Básicamente por el precio, aunque la calidad de nuestro producto sea mucho mejor porque tiene otra base alimentaria; es un conejo más grande; criado en mejores condiciones sanitarias..."
Pero "para tener un rango referencial -señala- podríamos estar hablando de un máximo de entre 5 y 6 dólares por kilo de conejo congelado, industrializado; aunque el precio del animal entero es bastante menor".
Paredes explica que cambiaron las exigencias del mercado europeo. "El conejo entero congelado (que es lo más fácil de trabajar) está dejando de ser requerido, porque el alto costo de la mano de obra en Europa hace que les resulte más conveniente llevarlo ya manufacturado (separado por cortes, inclusive deshuesado) desde el país de origen.
A partir de esta nueva realidad, los frigoríficos deben incorporar otros procesos que agreguen valor al producto. Reconoce, en ese sentido, que esto no estaba previsto en el proyecto original, "por eso estamos viendo de qué manera, junto con la puesta en marcha de la implementación de normas (en el matadero-frigorífico Municipal de Lavalle) se puede incorporar esta fase".
En este momento, el frigorífico lavallino está faenando unos 200 animales por semana (que son destinados al mercado local), con el único propósito de incentivar a los productores y a modo de entrenamiento e introducción a los procesos, para cuando llegue el momento de comenzar a implementar la norma ISO 22.000.
Masa crítica
Paredes explica que el requerimiento mínimo de sus compradores sería un contenedor mensual; alrededor de 22.000 kilos de carne. Esto representaría entre 16.000 y 18.000 conejos por mes.
El empresario asegura que hay masa crítica de cunicultores con planteles de madres en condiciones de disparar -en unos meses- un proceso productivo de la dimensión que se necesita.
Aunque reconoce que el sector viene en retroceso. "Para qué vamos a negar el paso del tiempo -comenta-. Es una actividad que va deprimiéndose cada día más, justamente, por la falta de una salida comercial que permita trasladar un precio justo para el productor. Por eso cada vez cuesta más conseguir conejos. Muchos han dejado la actividad". Dice que una vez que el frigorífico esté listo habría que tomarse quizás hasta 90 días para volver a impulsar a los productores que tengan estructura para hacerlo pero que no están incentivados.
De todos modos, recuerda que la operatoria se proveerá de animales no sólo de la cuenca mendocina, sino también de San Juan, La Rioja, Río Cuarto y otros lugares de Córdoba. Por Oscar González. Diario Los Andes