Argentina se ha convertido en el primer país latinoamericano en lograr el reconocimiento japonés de certificación orgánica y entró en un selecto grupo de diecinueve naciones que exportan alimentos libres de agentes químicos al país oriental. Según anunció la embajada de Argentina en Tokio, la larga gestión concluyó el pasado mes de diciembre cuando entró en vigor la equivalencia de sistemas de certificación de alimentos libres de aditivos.
El memorándum de entendimiento permite que las empresas argentinas productoras de orgánicos agrícolas y orgánicos procesados puedan exportar a Japón usando el sello JAS (Japan Agricultural Standard), una garantía buscada cada vez más por los consumidores preocupados por la pureza de sus alimentos.
El reconocimiento japonés agiliza y abarata los trámites de exportación que se realizarán sólo ante empresas certificadoras argentinas, según las fuentes del país sudamericano.
La negociación duró seis años y permite inicialmente que importadores de naranjas, manzanas y soja producida en Argentina utilicen el sello "JAS", según dijo un portavoz del el ministerio de Agricultura Bosques y Pesca de Japón.
También se incluirán productos derivados como jugos o mermeladas dijeron las fuentes japonesas.
La información requerida por Japón incluyó métodos de producción y listas de sustancias utilizadas para compararlas con la normativa japonesa que pese a estar basada en los estándares de la Comisión del Codex Alimentarius, organismo de la ONU encargado de fijar requisitos de calidad en materia alimentaria, se diferencia de otras en los fertilizantes y pesticidas que permite.
Aunque en Japón los productos orgánicos representan sólo un 0,16 por ciento del total de la producción agrícola la certificación de los vegetales comestibles orgánicos existe sólo desde 2.000.
En 2001, Argentina presentó la petición a Japón y empezó las gestiones que incluyeron el examen de los productos en sí por parte de un organismo semi-gubernamental japonés y la verificación de la División de Etiquetas y Estándares de la Oficina de Seguridad Alimentaria y Asuntos del Consumidor del ministerio.
El ministerio elaboró un borrador de normativa que publicó en internet a la espera de comentarios del público y, según el portavoz oficial, sólo obtuvo uno de un importador interesado en expandir el comercio con Argentina.
Argentina entra así a la lista de países que exportan a Japón alimentos orgánicos y que incluye a Estados Unidos, Australia, Italia, el Reino Unido, Irlanda, Austria, Holanda, Grecia, Suecia, Suiza, España, Dinamarca, Alemania, Finlandia, Francia, Bélgica, Portugal y Luxemburgo.
Los efectos serán sin duda positivos y deseables ya que Japón necesita de más proveedores orgánicos, dijeron las fuentes japonesas tras reconocer que Latinoamérica tiene mucho potencial para producir ese tipo de alimentos.
El éxito de Argentina ha motivado a países como Perú, que ha manifestado a Japón "un gran interés" por conseguir un reconocimiento similar, y estimulará a Costa Rica que pese a haber iniciado sus trámites en 2003 los tiene congelados.
Según la embajada de Argentina, el reconocimiento orgánico de un país como Japón, famoso por su rigurosa política de seguridad alimentaria, se convierte en una excelente "tarjeta de presentación" para los demás mercados orgánicos de Asia.
Aunque el efecto en las exportaciones no será cuantificable debido a que no hay aranceles que separen los productos orgánicos de los convencionales, el reconocimiento japonés ya tuvo efectos en el ánimo de los productores argentinos.
Argentina anunció que en la próxima feria de alimentos de Foodex 2007, considerada la primera del sector en Asia, sus certificadoras orgánicas estarán presentes para promover otro renglón más de un país famoso en Japón por sus vinos, su azúcar, sus cerezas secas y su mate.