¿Cuántas empresas piensan en colocar sus productos en Angola, Argelia, Emiratos Arabes o Vietnam, por citar algunos países de la parte del globo terráqueo menos explorada por los argentinos? Muy pocas, por escasa información y menor certidumbre. La mayoría prefiere la cercanía del Mercosur o la previsibilidad de Estados Unidos y Europa. Pero aquellos rincones del planeta pueden ofrecer oportunidades impensadas para las pymes. Gran parte de los esfuerzos de la Cancillería y la Fundación Exportar para llevar las ventas al exterior a US$ 50.000 millones a fin de este año están puestos en esos destinos no tradicionales para los productos argentinos: una veintena de países de Asia y Africa, que entre todos no representan más que el 10% de las exportaciones argentinas.
Entre las más de 400 acciones planeadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores este año, hay misiones multilaterales a Sudáfrica, Israel, el sudeste asiático (Tailandia, Vietnam y Malasia), Paquistán y Medio Oriente (Emiratos Arabes y Arabia Saudita). Según el director de Promoción de Exportaciones, Gustavo Martino, son "misiones exploratorias", un primer paso para que las empresas concreten negocios.
Pero no es nada fácil convencer a las pymes para que se embarquen en experiencias que muchas veces suenan a verdadera aventura. "Para un exportador pyme, que quiere salir al mundo y no tiene experiencia, es más fácil acceder a los mercados tradicionales o por razones de cercanía, como América latina o el Mercosur, o por razones de conocimiento y de acceso a la información, como Europa y los Estados Unidos", admite Martino.
Difícil seducción
Las oportunidades, agrega el funcionario, son muchas. "Argelia, por ejemplo, es un mercado muy importante: las exportaciones argentinas a allí crecieron este año un 15 por ciento. En las últimas misiones que hemos hecho no ha habido interés de las pymes. Son mercados lejanos, pero muy buenos. Por eso, este año ofrecemos incentivos, como poner un stand sin costo para las empresas", afirma Martino. A noviembre pasado, según un informe de Cancillería elaborado con datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), la Argentina exportó a Argelia por unos US$ 486 millones, lo que representa el 1,15% del grueso de las ventas al exterior del país.
Las oportunidades en el continente africano se reproducen, sobre todo, en materia alimenticia y en las industrias vinculadas al sector. Y, según la Asociación de Importadores y Exportadores de la República Argentina (Aiera), hay un destino al que apostar algunas fichas: Angola, un país que sale de una cruenta guerra civil y crece casi al 20% anual gracias sus dos tesoros, los diamantes y el petróleo.
El gerente de la entidad, Adriano De Fina, explica: "Angola ofrece muchísimas posibilidades, tiene muchos recursos por su renta petrolera. Se pueden exportar productos alimenticios, sobre todo. Su industria es prácticamente nula; importan hasta cosas empaquetadas porque ni siquiera fraccionan". La Argentina exportó a Angola el año pasado una cifra ínfima: poco más de US$ 124 millones.
El gerente de Programación Sectorial y Misiones Comerciales de la Fundación Exportar, Emiliano Cisneros, afirma: "El incentivo que más valoran las pymes es la información, que es el recurso más faltante y relevante para el éxito del viaje. Valoran la agenda de negocios en países a los que muy difícil llegar a la contraparte correcta". La Fundación Exportar llevará a Angola a industriales molineros y arroceros en mayo; los primeros seguirán rumbo a Congo y los segundos, a Sudáfrica. Claro que hay riesgos: "El problema es la generación de confianza. En Angola, por ejemplo, no hay una banca estable muy fuerte", dice Cisneros. Por Esteban Rafele - Diario La Nación