La industria vitivinícola espera un buen 2007. Pero, con un consumo interno que decrece, la suerte será mejor para los que apostaron a la exportación. Una mezcla de excelentes condiciones climáticas y la maduración de una estrategia comercial a largo plazo hicieron de 2006 un buen año para la industria vitivinícola. Un pronóstico que se extiende para 2007. Pero no para todos: se destacan los que apostaron a la exportación y a la segmentación en un mercado interno que, paradójicamente, consume menos año tras año pero que gasta más en lo que bebe. Y pierden, sobre todo, aquellos productores que se dedican sólo al mercado interno de bajos ingresos y que corren el riesgo, además, de la sobreproducción.
De cumplirse los pronósticos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en 2007 la producción de uvas aumentará un 6% en todo el país, que se sumará al 1,81% que creció la cosecha en 2006 respecto de 2005.
Y si bien se prevé que el consumo interno seguirá su lenta tendencia decreciente (en los primeros 10 meses de 2006 cayó un 4,19% en relación con igual período de 2005), la mayoría de las fichas están puestas en las ventas al exterior, donde se espera crecer no menos del 20% respecto de los 400 millones de dólares exportados en 2006.
El último informe del INV refleja este proceso. Dice que "...se puede inferir un crecimiento sostenido en la vinificación de uvas tintas de alta calidad enológica, mostrando un aumento en el año 2006 del 154% con respecto al año 2000 y del 7% en relación al año 2005". El propio INV destaca que "las uvas tintas de alta calidad enológica representaron el 95,36% del total...", mientras que en el caso de las blancas, "las de alta calidad fueron el 48,93%".
Este proceso, por otra parte, se suma a la creciente concentración de la industria en grandes conglomerados y a la aparición de "bodegas boutique". En ambos casos, los inversores extranjeros son mayoría.
"Hay bases sólidas para seguir creciendo" sostiene Ignacio Velasco, director de la consultora especializada STG. Y aseguró que "el gran tema de la industria son las exportaciones. Y en ese sentido, hoy la Argentina tiene presencia en mercados donde antes no estaba, sobre todo en América latina, lo que le da a la industria mucho margen para seguir creciendo".
Dijo que 2006 cerrará "con exportaciones de vino embotellado, es decir sin considerar el mosto o el vino a granel, en el orden de los 400 millones de dólares, lo que representa y crecimiento del 30% respecto de lo exportado en 2005". Y calculó que en 2007 "las ventas al exterior crecerán como mínimo un 20%".
Respecto del mercado interno, "en el mejor de los casos, el consumo total se mantendrá, aunque seguramente crecerán los vinos 'premium'". Y subsiste una duda: "con este panorama, el tema es ver si con el aumento de la cosecha no se genera un problema de superproducción".
Los que venden
Cristian Yañez, gerente de marketing de Chandon, dice que "fue una buen año para la industria del vino. En los segmentos de vinos superiores a los 10 pesos se notó un crecimiento superior al 10% y en los más caros, la suba llegó al 20%". Claro que el panorama no es tan bueno desde la góndola de los espumantes, un clásico de la bodega. "Los espumantes subieron un 3%. Es poco, pero es la primera marca positiva después de cinco años de caída de ventas. Y en este caso también suben mucho más los segmentos de mayor costo. En nuestro caso, el más caro de nuestros champagnes subió 10% las ventas".
Respecto de la exportación, "destinamos el 70% de nuestra línea Terrazas al exterior, y este año aumentamos un 30% el volumen". Piensa que 2007 será un buen año, sobre todo para las exportaciones, pero destaca que hay "una presión de costos muy fuerte. El corcho se paga en euros, el aluminio es un commodity y el vidrio depende del costo de la energía. Los precios están bastante vigilados, así que la rentabilidad de las empresas ya se empieza a resentir".
"Terminamos un año muy bueno y esperamos que 2007 siga así", comentó Alejo Berráz Schang, gerente de marketing de Michel Torino, Bodegas La Rosa. La "marca" forma parte de la Compañía Grupo Peñaflor, siete bodegas que se encuentran entre las que más venden y exportan. "Es cierto que el negocio se está concentrando y eso pasa en gran medida porque la gente está volviendo a las marcas. Y en los segmentos de 3 a 10 pesos, tenemos dos marcas muy fuertes (Michel Torino y Santa Ana) que nos permiten liderar el mercado".
"Para 2007, la idea es seguir trabajando mucho sobre las marcas y la exportación. El mercado es grande y se puede crecer mucho aunque no aumente el consumo local", concluyó Berráz Schang. Por Oscar Martínez. Diario Clarín