Fue uno de los sectores que más invirtió en los últimos dos años. Sin embargo, el acceso al crédito limita el despegue
El sector autopartista santafesino arrancará 2007 poniendo quinta a fondo, impulsado por una industria automotriz que en el país apunta al doble objetivo de fabricar y vender 500 mil unidades el año próximo e incrementar el desarrollo de proveedores locales, en un contexto internacional favorable para la colocación de productos en el exterior en función de los beneficios del tipo de cambio. La mayoría de las empresas locales -el 80 por ciento son pymes- viene de tres años de fuerte crecimiento e inversiones. El sector estima que esta dinámica, lejos de frenarse, continuará en el corto y mediano plazo al punto que varias de las pymes autopartistas, en particular rosarinas, se encuentran buscando nuevos predios dentro y fuera de la ciudad.
La industria autopartista santafesina en los dos últimos años -según datos relevados por el gobierno provincial- fue el complejo que realizó la mayor cantidad de anuncios en proyectos de inversión, sumados a los de maquinaria agrícola y el sector siderúrgico.
La mayoría de los desembolsos fueron para la ampliación física de las plantas, renovación de equipos destinados al incremento de la productividad o la sustitución de importaciones. Pero estas firmas, como Juntas Illinois y Jaime Serrat, entre otras, ya están rastreando nuevos terrenos para ampliar su capacidad e incluso buscan acordar con la Municipalidad la puesta a punto de una nueva área industrial ya que su deseo es permanecer en Rosario.
El sector a nivel país cerrará 2006 con una facturación superior a los 13 mil millones de pesos, con exportaciones por 2.000 millones de dólares, más de 500 empresas en funcionamiento y dando empleo a más de 52 mil personas.
Las proyecciones es que continuará el 2007 con un crecimiento que rondará los dos dígitos.
Una puerta al mundo
Una parte significativa de esas cifras corresponden a la provincia de Santa Fe, que junto a Córdoba y Buenos Aires, concentran gran parte de esta industria. Reúnen más de 180 empresas, más de 10 mil puestos de trabajo directos y exportaciones por 500 millones de dólares anuales, que representan algo más del 7% de las colocaciones santafesinas en el exterior.
El potencial de la industria santafesina del sector se vio reflejada en la reciente exposición del rubro, Automechanika 2006, donde las empresas ocuparon un lugar central en esta muestra que ya tiene sello internacional.
En un espacio coordinado por el gobierno provincial, los empresarios locales destacaron los resultados obtenidos en la feria. Osvaldo Serrat, socio gerente de la firma rosarina Jaime Serrat, destacó los contactos logrados con empresarios de países donde nunca imaginaron que podrían colocar sus productos, como el caso Egipto, Túnez, Europa del Este, Africa e incluso en algunas regiones del primer mundo.
Sin embargo, los empresarios santafesinos sienten que su peso en la economía no tiene su correlato en la agenda pública. Por eso, el Grupo Autopartes Rosario (una sociedad comercial de ocho firmas rosarinas dedicada a la exportación) impulsan, junto con el Ministerio de la Producción provincial, la conformación de un cluster que aglutine a todo el sector autopartista.
Camino al cluster
El secretario de Industria, Mauricio Caussi, explicó que la intención es replicar la fórmula del sector de la maquinaría agrícola, salvo la concentración física en una zona, algo que sería imposible ya que los principales polos autopartistas se encuentran repartidos en Rosario y Rafaela, y en menor escala en Venado Tuerto y la capital provincial.
Aunque la pretensión de ambas partes era realizar un segundo encuentro en estos días, la cercanía del período vacacional postergó el cónclave para más adelante.
Los empresarios del Grupo Autopartista Rosario (integrado por DBH, NGR, Juntas Illinois, Fremec, FRA, Buzetti, Cavila, Jaime Serrat y Mangueras Hidráulicas SA) remarcaron que la constitución del cluster está dirigido a generar masa crítica para lograr la eliminación de las retenciones del 5%, establecer normas de calidad específicas para el rubro, capacitación y coordinación de políticas para aumentar la participación en el abastecimiento de partes a las terminales automotrices (optimizando el régimen de reintegros para aquellas que utilicen autopartes nacionales) y además de tratar de incidir en las negociaciones bilaterales con Brasil.
El armado de un lobby autopartista santafesino está apuntado a consolidar la recuperación y crecimiento del sector, porque -resaltan directivos de distintas firmas rosarinas- quieren reducir riesgos a futuro.
Los antecedentes cuentan. A fines de la década del 70 varias automotrices levantaron campamento de la Argentina y se llevaron puestas a muchas pymes y otro tanto sucedió en los 90 con la apertura económica y el establecimiento de una moneda fuerte.
Estos reveses moldearon a un sector enfocado en el mercado interno de reposición, a excepción de pocas firmas que se encaminaron hacia internacionalización justamente en esos períodos de retroceso para la industria nacional.
Crecer y no morir en el intento
El escenario actual y las previsiones de mediano plazo les plantea a las pymes del sector problemas de crecimiento. El incremento de demanda del mercado interno está haciendo dudar a muchas de seguir apostando fichas en el exterior.
Con poca infraestructura para brindar financiación y servicios en terceros países, los empresarios locales reconocieron que se les presenta como más atractivo atender la demanda local que arriesgar plata afuera.
Otras pequeñas y medianas empresas se encuentran con problemas para pegar un salto en de producción a una mayor escala. Sumadas a las incertidumbres sobre las evoluciones de la moneda y los precios, señalaron como una nueva dificultad la falta de espalda financiera suficiente para afrontar inversiones de envergadura, que les permitirían abastecer a las automotrices sin abandonar el segmento de reposición interno y externo.
Los industriales locales añadieron como barrera adicional para transformarse en proveedores de las terminales las exigencias que tendrían que costear en materia de investigación y desarrollo de productos, con el agregado de que se incrementó la velocidad de recambio de modelos en los últimos años.
Por eso, la mayoría de los empresarios y directivos locales consultados por La Capital consideraron que el sector autopartista en la Argentina debería apuntar a consolidar nichos de mercados, tanto interno como externo, mejorando los niveles de calidad y competitividad para evitar confrontar con monstruos como China y en el horizonte un posible peso revaluado. Por Marcos Cicchirillo - La Capital de Rosario