Con escasez de recursos humanos y bajo presupuesto, las embajadas y los consulados se esfuerzan por brindar servicios que faciliten el comercio exterior de las pymes. Como en los libros en los que cada uno elige su aventura, los argentinos que quieran asomarse al mundo del comercio exterior tienen a disposición 103 ventanas para echar un vistazo. Y algo más: la información se obtiene de modo gratuito y en español. Del total, 76 están en embajadas y 27 en consulados, y actualmente son 113 los funcionarios que la Cancillería dispuso que se ocuparan específicamente de las tareas de promoción de negocios en el exterior.
La fuerte impronta comercial que se busca dar al ministerio en los últimos tiempos ya produjo efectos concretos en el funcionamiento interno del Palacio San Martín.
Desde la puesta en marcha de programas de control y evaluación de las oficinas económicas hasta la reformulación del programa de estudios del Instituto del Servicio Exterior de la Nación (ISEN) o el refuerzo con personal especializado de las representaciones de áreas geográficas clave para el comercio, todo es posible.
Las oficinas comerciales ofrecen una suerte de menú a la carta para los potenciales exportadores: perfiles o estudios de mercados, reuniones con importadores y distribuidores locales, reservas de espacio en ferias o un huequito en algún hotel que esté cerca de todo y, en lo posible, no cueste mucho, y normas técnicas para el envío de los productos figuran en el listado.
Lejos de ser un mundo ideal -como el que proclamaba una célebre película infantil de Disney-, la red de representaciones comerciales argentinas en el exterior tiene déficits y problemas. La escasez de recursos monetarios y humanos suele encabezar el ranking. El presupuesto que tiene asignado el área, por caso, no varió en los últimos cuatro años.
"Para hacer promociones en el exterior, Fundación ExportAr y la Surci -como llaman en el léxico interno del ministerio a la Subsecretaría de Comercio Internacional- disponen de unos tres millones de dólares", según explicó el embajador Luis María Kreckler, titular de la subsecretaría.
Las exportaciones totales del país han crecido de modo sostenido desde 2002. De los US$ 25.700 millones de entonces, el año pasado se registraron ventas por US$ 40.000 millones, lo que significa un aumento de casi el 60 por ciento. La proyección oficial para este año ronda los US$ 45.000 millones.
La catarata de cifras salió de boca de Kreckler durante una entrevista con La Nación.
"Las empresas compiten. Los países, también", agregó el funcionario, que habló con fervor del servicio gratuito, que tiene una red de personal altamente calificado, que da el ministerio.
Prioridad
Según el embajador, desde que Jorge Taiana asumió la conducción de la Cancillería hubo una clara instrucción a las embajadas y a los consulados: "La promoción comercial es un tema prioritario y todas las representaciones en el exterior deben intensificar sus esfuerzos para aumentar las exportaciones".
Taiana reforzó el concepto: "Queremos una activa e innovadora gestión de inserción comercial externa que impulsamos con mucho entusiasmo desde la Cancillería, con el objetivo de alcanzar la meta trazada por el Gobierno de la Nación de llegar a los 50.000 millones de dólares por exportaciones en 2007", dijo a LA NACION.
Más allá de las decisiones administrativas, el ministro decidió hacer un gesto político para dejar en claro el lugar que su gestión dará al asunto: encabezó las últimas misiones comerciales multisectoriales. Visitó la India en julio; Australia y Nueva Zelanda, en agosto; este mes estará en Austria, Suiza y Alemania, y el que viene viajará a Rusia y Ucrania.
Taiana destacó, además, la importancia singular que tiene en la estrategia de política comercial del Gobierno el área Asia-Pacífico, dentro de la cual dice de Australia y Nueva Zelanda: "[Son] un pilar fundamental por la importancia que tienen sus mercados de alto poder adquisitivo, su gran penetración comercial en toda el área y por su capacidad para constituirse en importantes fuentes de capitales para canalizar hacia áreas dinámicas de la actividad productiva local".
De hecho, los funcionarios consultados coincidieron en señalar que Australia y Nueva Zelanda son dos de los modelos de referencia para la política exportadora del país.
En la lista de mercados prioritarios figuran, además, varios países asiáticos, africanos y centroamericanos. Según dicen en el Palacio San Martín, en la última licitación del año de la que participarán los funcionarios interesados en cubrir algún puesto en el exterior, quedará reflejado el tema: "Se reforzarán las oficinas comerciales que la Argentina tiene en los sitios que considera estratégicos para desarrollar su comercio", explicaron colaboradores de Taiana.
Los 113 funcionarios destacados en el exterior para ocuparse de los asuntos de promoción comercial cuentan con equipos de apoyo local, especialistas que ayudan a mantener actualizados los contactos con las cámaras de comercio, importadores y distribuidores locales, que están al tanto de las publicaciones de los diferentes sectores, de las normas técnicas y hasta de la logística más casera como conocer los gustos y costumbres de los lugareños y de las eventuales empresas competidoras -como el color que identifica las etiquetas de un determinado producto o el tipo de envase que se utiliza para él-, u oficiar de traductor.
La tarea de los delegados en el extranjero es seguida desde Buenos Aires con particular atención. A punto tal que desde hace unos meses se puso en práctica Infoges, un programa informático que sirve para controlar la gestión de las embajadas y consulados.
Las delegaciones en el extranjero deben proponer una serie de acciones promocionales -degustación de productos argentinos, seminarios, misiones inversas, etcétera- con fecha de vencimiento. A medida que se cumplen los plazos, un "semáforo informático" indica si la representación cumplió con su propuesta.
El sistema establece premios y castigos que guardan directa relación con uno de los elementos más preciados: el presupuesto. A buena conducta, incremento de fondos; para los incumplidores, un amargo achique.
Además, en el Palacio San Martín se instrumentó un ranking trimestral de generadores de negocios. Al tope de la lista aparecen las representaciones que generaron mayor aumento porcentual de las exportaciones.
Aunque internamente los datos circulan sin restricciones, acceder a los papeles resulta una misión imposible para el ciudadano común. "No es para difundirlo públicamente; nos sirve como incentivo", justificó uno de los funcionarios que maneja esos papeles.
Otra de las tareas que se coordina desde Buenos Aires y que allana el camino de quienes quieran hacer negocios en el extranjero tiene que ver con la situación de sus productos en el mundo.
Dos programas informáticos elaborados por empleados del ministerio -Infocopa e Infocopo- permiten de modo rápido cruzar los datos del producto en los países donde la Argentina tiene representaciones o según su posición arancelaria.
Como parte de la movida comercial, el año que viene el ISEN, la escuela en la que se forman los diplomáticos, "perfeccionará" su programa. "La idea es reforzar las materias relacionadas con el comercio", explicó Kreckler. Con la misma intención, la semana pasada, una delegación del ministerio visitó la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA para promocionar la carrera diplomática.
En la Cancillería aseguran que la estructura de apoyo para los eventuales exportadores es eficiente y de fácil acceso. ¿Tiene dudas? Con sólo un clic, puede empezar la prueba: www.argentinatradenet.gov.ar
Por Florencia Carbone - Suplemento Comercio Exterior - Diario La Nación