Los productores de vino más importantes están afilando todas sus armas para conquistar el espectacular mercado asiático, donde ya se consume casi la mitad de todo el alcohol del mundo. En general, dicen los expertos que el consumo de vino en Asia representará ventas de más de 5.000 millones de dólares anuales de cara al 2008. En Asia, en general, los países donde el vino tiene más aceptación son China, Japón, Tailandia, Taiwán, Singapur, Malasia y la India. Según las predicciones con las que trabaja la organización de Vinexpo, la feria de vinos más importante de la región, el mercado asiático consumirá anualmente 10 millones de hectolitros - unas 1.220 millones de botellas - para el 2010.
Esta cifra representará hasta el 4 por ciento de la producción mundial de vino.
En la actualidad, el 30,2 por ciento del volumen consumido proviene de fuera de la zona, mayormente de Francia, EEUU, Italia y Australia.
Junto a ellos, los productores de Chile demostraron un increíble trabajo de comprensión de los mercados asiáticos y, gracias a un importante trabajo de promoción, ha entrado en estos mercados a gran velocidad.
Según las predicciones del sector, los volúmenes de vino chileno ingresados en Asia crecerán a niveles del 82,2 por ciento en los próximos cuatro años.
Por ahora, China es, por supuesto, el mercado que más rápido está creciendo.
Con el auge de la clase media, el vino se ha convertido, sobre todo en un emblema de poder social.
Como explica el sommelier Steve Mack, a los chinos les gustan 'colores muy rojos y botellas muy grandes', con las que puedan presumir.
China, que es el destino más atractivo para productores y distribuidores por el volumen de negocio que representa, consume ya 500 millones de botellas al año, aunque se espera que este número asciende a los 760 millones en poco tiempo.
Dado el auge potencial del mercado de China, en el que viven más de 300 millones de ciudadanos de clase media, productores como la francesa Remy-Martin se han asociado con empresas locales, como la bodega Dynayty, la más importante del país, para crear nuevas marcas y entrar en el mercado local.
El vino producido en China es un vino ligero, bastante cuidado desde que se fundasen las primeras bodegas, empezando por la propia Dynasty, a principios de los años 80.
A pesar de que su industria no está muy desarrollada, y de que las productores tienen tendencia a recoger las uvas demasiado pronto algunas bodegas han comenzado a hacerse un nombre.
Por otro lado, Hong Kong es, para los productores, el mercado más representativo dentro del país.
Por su pasado colonial y su constante contacto con Occidente, los chinos de esta ciudad han desarrollado durante los últimos años un mayor interés por el mundillo del vino.
En la actualidad, los gustos de los consumidores de Hong Kong se ha refinado, incluso más, y más del 95 por ciento ha decidido que prefiere los vinos ligeros y los vinos espumosos.
Tan sólo en esta ciudad, las ventas de vino ascendieron a 139 millones de dólares en el año 2005.
Según explica Patricio de la Fuente, un distribuidor chileno que provee a algunos importantes casinos de Macao, los vinos de Francia, Australia, Chile, España y Suráfrica ocupan los principales lugares en cuestión de consumo, también aquí.
'El mercado del vino en Hong Kong es uno de los más maduros y sofisticados de Asia, y su crecimiento está directamente vinculado al desarrollo de la industria del turismo', dicen fuentes de Vinexpo.
Tan importante es Hong Kong como punta de lanza del sector para el mercado de Asia-Pacífico que Vinexpo, que fue creada en Burdeos para el mercado europeo en 1981, ha decidido organizar una muestra regional en Hong Kong a partir de este año.
La próxima cita tendrá lugar en la ciudad entre el 23 y 25 del próximo mes de mayo.
EFE