Las Aduanas de Rosario, Santa Fe y Villa Constitución ya no serán los puntos obligados para exportar e importar productos desde la provincia de Santa Fe al mundo. Rafaela, Venado Tuerto, y en una última etapa, la ciudad de Reconquista, tendrán su propia estructura logística y administrativa para despachar las cajas con los productos ya embalados y precintados, directo al destino final, y sin la intervención las históricas Aduanas de las grandes ciudades. En el marco de una política por impulsar la internacionalización de las empresas radicadas en la provincia, facilitando sus posibilidades exportadoras -en especial a pymes- el ministro de la Producción, Roberto Ceretto, concretó el jueves en Buenos Aires un acuerdo con Ricardo Echegaray, Director General de Aduana, que establece elevar -dentro de 30 días- la categoría actual de "resguardo aduanero" a "resguardo aduanero de registro", para la ciudad de Rafaela.
Luego de un año de funcionar bajo esa nueva categoría intermedia, y promulgando una ley nacional, Rafaela se convertirá en la cuarta ciudad con aduana de la provincia, después de Rosario, Santa Fe y Villa Constitución.
A su vez, en los próximos seis meses, será Venado Tuerto la que adquiera la categoría de "resguardo aduanero de registro", para luego de un año también adquirir categoría plena de ciudad aduanera. Un procedimiento similar, y en el caso de que los volúmenes de exportación lo justifiquen, se prevé incorporar a Reconquista en el mismo procedimiento.
Para que llegue a Rafaela, y concrete la siempre reclamada descentralización política, administrativa y económica, deberá ceder en comodato al organismo nacional que dirige Echegaray, los terrenos del Parque de Actividades Económicas de Rafaela (Paer), donde al cabo de un año se constituirá aduanera primaria. La pujante ciudad del centro oeste provincial, que proyecta exportar 200 millones de dólares en 2006, tiene 42 empresas que lo hacen habitualmente y a 92 destinos.
Impulso a las exportaciones
"Con la aduana en la propia ciudad, Rafaela podría llegar a duplicar las exportaciones. Se reducen los costos, no hay que mandar una persona que haga trámites en otra ciudad, y lo más, importante, se gana en confianza ya que los envíos no serán violados o saqueados como lamentablemente les ocurre muchas veces a nuestros productores", contó Ceretto luego de la entrevista con el número uno de la Aduana.
"¿Sabe las veces que nos sacaron los productos que enviamos y nos pusieron unas piedras dentro de los envoltorios para que hagan peso? Bueno, eso con la aduana en el patio de la fábrica ya no puede suceder", completó el ministro.
Rodolfo Montes. La Capital de Rosario