En el 2005 las empresas de software y servicios informáticos, exportaron por más de 250 millones de dólares, o sea un 30% más con relación al 2004. En la Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa aguardan que las exportaciones lleguen al equivalente del 1,5% del Producto Bruto Interno de la Argentina hacia el 2015. Los intentos por alcanzar una posición competitiva en el mercado internacional y buscar clientes se convirtieron en obligatorios tras la caída de la demanda interna por la recesión iniciada en 1998. Y hubo coincidencias en no atribuirlos sólo a la ventaja del dólar alto, luego de la salida de la convertibilidad y la devaluación. “Si bien el mercado doméstico está en franco crecimiento, la Argentina está obligada a exportar parte de su producción de software y servicios para obtener un volumen apropiado para recrear una industria sustentable y competitiva”, dijo Carlos Pallotti, presidente de la Cessi. El nucleamiento se originó en abril de 1982, cuando se fundó la Cámara de Empresas de Software (CES), que en julio de 1990 se fusionó con la Cámara Empresaria de Servicios de Computación (Caesco) y dio lugar a la Cessi. El crecimiento global de las tecnologías de información y de las comunicaciones (TICs) y su importancia para el desarrollo de la Argentina contribuyeron a que se expandiera a más sectores, como el hardware, telecomunicaciones, comercio electrónico, portales, industria electrónica y centros de atención al cliente.

Fundada en 1985, la Cámara de Informática y Comunicaciones de la República Argentina (Cicomra), con un centenar de compañías pymes y grandes, nacionales y extranjeras, promueve la implementación de TICs para responder necesidades de usuarios con una oferta actualizada y competitiva.

Por otra parte, entre los grupos constituidos en el ámbito de la Fundación ExportAr –integrada por la Cancillería argentina y la actividad privada–, uno es el de software y servicios informáticos.

Argentina debe competir con naciones y proveedores que consiguieron importantísimos avances: En software, la India, aunque su modelo aquí nadie parecería tener intenciones de seguir. * En desarrollo de productos de gestión, Irlanda (su agencia de promoción de exportaciones especializada en la tecnología informática, contribuyó a que el 40% del software utilizado en Europa tenga ese origen).* En seguridad informática, Israel.* En “call centers”, Filipinas.

Si bien el liderazgo en factorías de programación lo tiene India, otros países quieren confrontar, como Hungría y China. Argentina comenzó a ser tomada en cuenta luego de la devaluación, cuando corporaciones –como Motorola, Intel y EDS– aparecieron para aprovechar la capacidad y los conocimientos de sus profesionales a bajo costo. Pero, la india Tata Consultancy Services postergó la decisión de instalar centros de desarrollo de software y optó por Uruguay, donde ocupó 350 ingenieros, y Brasil, con otros tantos.

México concentra las mayores exportaciones locales de software. Luego están Chile, Venezuela, Colombia, Estados Unidos, Canadá y España. Pero productos y servicios se destacan por su flexibilidad y capacidad de adaptación a cambios y, en ciertos casos, por lo que implican el mismo idioma y patrones culturales similares.