Las exportaciones de carnes frescas de conejo, durante enero-noviembre de 2005, sumaron 2.770 toneladas por un valor de 11.830.000 dólares, superando en volumen y en divisas a los envíos de todo el 2004, que alcanzaron 1.387 toneladas por 7.182.000 dólares, según datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
En la comparación anual, los envíos de enero-noviembre de 2005 muestran un incremento del por ciento en 114 volumen y del 85 por ciento en divisas con respecto a las exportaciones del mismo período del año pasado, 1.293 toneladas por un valor de 6.364.000 dólares, según los datos del SENASA.
El principal destino del producto fue Holanda con envíos por 911 toneladas y un valor de 4.281.000 dólares. También se registraron exportaciones a Francia, 704 toneladas y 3.291.000 dólares; Bélgica, 520 toneladas y 1.921.000 dólares; Alemania, 214 toneladas y 937.000 dólares y España, 105 toneladas por 537.000 dólares, entre otros mercados.
Para este tipo de producto, la faena se elabora bajo exigencias de muy alta seguridad, dado que no debe conllevar ningún riesgo sanitario y contar con una calidad microbiológica óptima.
Los cortes se envasan individualmente en envases primarios de polietileno y el conjunto en unidades de cartón, identificadas con el logo del SENASA y de la Unión Europea. Estos requisitos se enmarcan en la norma Comunitaria 91/495/CEE, que estipulan los países importadores del bloque para estas carnes.
Las plantas frigoríficas que se habilitan para carnes de conejo doméstico procesada, aplican un estricto control de Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM) que son exigidas por el SENASA.
Luego de más de 7 años sin registrarse exportaciones de carnes frescas de conejo desde la Argentina, en 2002 se reiniciaron los envíos hacia la Unión Europea sumando 124 toneladas por un total de 491.000 dólares. En 2003, las exportaciones alcanzaron las 378 toneladas por 1.664.000 dólares y el año pasado sumaron 1.387 toneladas por un valor de 7.182.000 dólares.