Araíz de un sostenido crecimiento de la producción, Argentina podría exportar en este ciclo más de 200 toneladas de orégano y, posiblemente llegaría a las 300, con lo cual estaría triplicando los envíos al exterior registrados en los últimos años. La proyección se sustenta en el incremento de la superficie cultivada y la calidad del producto, reconocido por sus condiciones en diversos mercados del mundo.
En el sur de Mendoza y en algunas propiedades del Valle de Uco (la más importante zona de producción del país) se inició ya el primer corte, y las estimaciones coincidentes de técnicos de uno y otro punto de la provincia, indican que será un buen año, de no mediar imponderables con el clima.
Recuperación
“Hasta principios de los ’90, la Argentina se autoabastecía y tenía algunos saldos exportables interesantes. Algo se exportaba, pero nunca más de 100 toneladas”, señala el ingeniero agrónomo Pablo Bauzá, de la Agencia de Extensión Rural La Consulta (San Carlos) del INTA. “Luego, el tipo de cambio impuesto (1 a 1 peso-dólar) hizo que fuera más barato importarlo que producirlo, y por eso llegamos a comprar afuera prácticamente la mitad de nuestro consumo. Aún así, siempre se estuvo enviando algo al exterior”.
A partir de la devaluación se comenzó a reactivar muy lentamente el sector oreganero aumentando la superficie cultivada. Por estos días se estima que en el país hay más de 1.100 ha de orégano, de las cuales 750 están en la provincia de Mendoza. El resto se concentran en Villa las Rosas (provincia de Córdoba) y en San Juan, aunque existen cultivos en todo el país, desde la Quebrada de Humahuaca hasta Tierra del Fuego y desde Misiones hasta San Juan.
En Mendoza las explotaciones se concentran en el departamento San Carlos (cerca de 700 ha) y, en menor medida, en San Rafael.
Los Andes