La empresa Argentina Basso, que produce válvulas para motores y las exporta a 33 países, espera vender un 15 por ciento más en el 2006, gracias a un continuo aumento de las exportaciones a empresas globales y exclusivas como Ferrari y Maserati. Basso produce 18 millones de válvulas por año, lo que la posiciona como una de las pequeñas firmas exportadoras más calificadas del país, que ha recibido reconocimientos de varias automotrices extranjeras en los últimos años. "Nuestra facturación anual ronda los 35 millones de dólares. Estamos tratando que crezca un 15 por ciento anual, con la incorporación de máquinas y la especialización de quienes la van a utilizar," dijo el José Basso, presidente de la compañía heredada de su padre Juan.
Basso produce desde 1963 válvulas para motores de combustión interna. Actualmente, posee tres plantas instaladas en la ciudad de Rafaela, provincia de Santa Fe, ubicada a unos 500 kilómetros al norte de Buenos Aires.
La empresa exporta el 88 por ciento de su producción destinada a 33 países, entre ellos Estados Unidos, Francia, México, Canadá, Italia, Australia, Inglaterra, República Checa, Brasil y Arabia Saudita.
"Exportamos no porque nosotros quisimos, sino porque fuimos explulsados. Trabajábamos para fábricas de motores de Argentina que por diferentes circunstancias del país se fueron todas al exterior y entonces tuvimos que salir a buscar a nuestros clientes porque nos obligó el mercado," explicó Basso.
Los diferentes cambios en las reglas de juego por recurrentes crisis económicas y políticas en el país hicieron que en los últimos años varias empresas emigraran a otros horizontes, al contraerse el mercado doméstico.
El ingeniero industrial sostuvo que "Argentina debe tener un mercado interno sólido, fuerte, constante, que haga los desarrollos y no tener que ir a buscar la nueva tecnología en las ingenierías de París o de Detroit. El mercado interno tiene que crecer."
En los primeros once meses del año la venta de automotores en el mercado argentino subieron 31 por ciento, pero los especialistas del sector indican que la industria aún tiene capaciadad instalada ociosa que le permitirían seguir creciendo.
Mercado particular
Con un plantel de casi 700 empleados, Basso SA es referente de la industria autopartista argentina con clientes como Peugeot-Citroën, John Deere, Kawasaki, Ferrari, Maserati, Ford, Daimler-Chrysler, Zetor y Harley Davidson .
Las empresas con capacidad de exportar se ven beneficiadas por la política del gobierno que mantiene débil al peso para sostener la competitividad de laa economía, frente a la tendencia regional de apreciación de las monedas locales.
"El tipo de cambio más favorable nos ha permitido comprar máquinas y reacomodarnos de cara al negocio con un crecimiento del 18 por ciento en los últimos cuatro años," dijo el empresario.
El industrial, padre de uno de los más destacados pilotos en la popular categoría automovilística TC2000 de Argentina, insistió en que el país necesita de líneas de financiación a largo plazo para desarrollarse.
"Nos financiamos a nosotros mismos. No tenemos créditos y no es nada fácil tenerlos. No hay una línea donde uno presente su proyecto, tenga crédito para el desarrollo, con el retorno de la utilidad para la inversión," se quejó Basso, quien integra también la poderosa Unión Industrial Argentina (UIA).
Por Jorge A. Otaola
Reuters