La carne de ñandú llega a nuevos consumidores. El mayor consumo en la Unión Europea genera interés entre los productores locales. Aún faltan volumen y calidad. Carnes no convencionales como el ñandú están ganando nuevos mercados, especialmente, en la Unión Europea, lo cual genera alternativas productivas orientadas a la exportación y a un mercado interno altamente especializado. El ñandú es un animal protegido por la Dirección de Fauna Silvestre. Por lo tanto, su producción en criadero tiene la finalidad de preservar a la especie y desarrollar una actividad agropecuaria económicamente sustentable.
Hace unos días, la Dirección General de Sanidad y Consumo de la Comisión Europea anunció que el bloque comunitario abre su mercado a este tipo de carne originaria del Uruguay después de diez años de negociaciones. Este interés europeo se centraliza mayoritariamente en la carne de cortes sin hueso. Las plumas del ñandú se comercializan en el mercado interno uruguayo y se espera en los próximos meses el lanzamiento en el mercado un cosmético femenino elaborado con grasa de ñandú, muy rica en omega 3.
Ante este contexto, Argentina tiene grandes posibilidades para desarrollar la producción de ñandúes; aunque todavía falta volumen y una mejora de la producción, de la calidad y de la capacitación. A la vez que no hay estímulo estatal e información confiable de mercados potenciales.
En el país, hay más de 60 criaderos en actividad con más de 6.000 ejemplares en criaderos y existe la posibilidad de quintuplicar esa cantidad durante la presente temporada de postura. "Estamos en condiciones de comenzar las faenas en forma regular y abastecer al mercado interno. Todavía no se exporta porque faltan las cantidades suficientes que demandan los mercados", aseguró Luis López, productor y miembro de la Asociación de Criadores de Ñandúes Argentinos (Acriña).
Opciones comerciales
Las carnes no tradicionales como conejo, ñandú, búfalo y codorniz, entre otras, van ganando nuevos consumidores, especialmente en Europa. Por esta razón, paso a paso, se están convirtiendo en buenas alternativas de producción orientadas fundamentalmente a la exportación. Además, con el tiempo, el mercado interno también puede ser una buena oportunidad ya que restaurantes exclusivos, hoteles e importantes cadenas de supermercados de nuestro país están comenzando paulatinamente a ofrecer este tipo de productos.
Además, se comercializan los huevos, las plumas y ahora se está investigando la comercialización del aceite para cosmética y alimentación. Pero entre los derivados, el cuero se lleva las palmas: es uno de los más valorados del mercado, ideal para la confección de artículos de lujo por ser suave, resistente a la humedad y a las rajaduras.
Según un estudio de la Subsecretaría de Alimentos de la Secretaría de Agricultura (SAGPyA), "las exportaciones de carnes exóticas, aunque en forma incipiente muestran un panorama por demás alentador. Factores emergentes desde la demanda, como algunas modas o la propia enfermedad de la Vaca Loca en Europa, sumado al fuerte estímulo que en el ámbito local significa la actual paridad cambiaria, están promoviendo el renovado interés por exportar este tipo de carnes".
Al tratarse de una actividad incipiente, la producción de ñandú todavía debe mejorar en aspectos sanitarios y de manejo; contar con un reordenamiento legal sobre los entes de control y las condiciones para la habilitación de frigoríficos. "Estamos trabajando en la elaboración de un nuevo protocolo de cría que garantice la trazabilidad del producto y la aplicación de normas de inocuidad y calidad", comentó López.
Asignaturas pendientes
Según remarcaron desde Acriña, "disponer de plantas de faena es sólo el primer paso tranqueras afuera del criadero; pero, debe estar acompañado de las gestiones necesarias para ganar y conservar mercados, tanto dentro como fuera del país. Ambos son importantes, ya que si bien el mercado exterior es atractivo por los valores que se manejan, especialmente en Europa, los requisitos que imponen en términos de calidad, volumen, homogeneidad y regularidad son comparativamente altos".
Para encarar cualquier emprendimiento, se requiere de una verdadera planificación empresarial y visión acabada del mercado real. Si bien ya se han realizado faenas y degustaciones, no hay aún escala de producción para procesamiento comercial en Argentina.
"El número de criaderos se ha incrementado; pero, todos aún están en proceso de formación de planteles parentales o, al menos, en la estabilización de los mismos. Incluso las tecnologías de producción están siendo ajustadas y todavía se desconocen detalles clave relacionados con los requerimientos nutricionales, así como las causas de ciertas enfermedades y de la mortalidad de crías", afirmó el Ing. Agr. Matías Acerbi, de la Dirección Nacional de Alimentos de la Secretaría de Agricultura de La Nación.
Fuente El Litoral