Posibilidad de conquistar nuevos mercados y compromiso de exportar máquinas a Venezuela por 113 millones de dólares hasta septiembre de 2006. Lo que le está pasando al sector de la maquinaria agrícola puede resumirse en lo que dijo un fabricante de sembradoras el miércoles pasado en el primer Workshop de la Industria de la Maquinaria Agrícola, organizado por ExpoChacra y el diario La Nación, donde se reunieron más de veinte empresarios, dirigentes y técnicos de ese ector para analizar a fondo la situación actual y plantear perspectivas y tendencias. “Estábamos jugando en el club del barrio y ahora nos tenemos que preparar para jugar en primera”, dijo.
La realidad es que las 650 empresas que producen maquinaria agrícola en Argentina (con 40.000 puestos de trabajo directos), además de seguir abasteciendo a los productores locales y sustituyendo importaciones, se encuentran frente al desafío de conquistar nuevos mercados y frente al compromiso de exportar máquinas a Venezuela por 113 millones de dólares hasta septiembre de 2006, a partir del convenio bilateral firmado con ese país. Para eso, los fabricantes, además de aumentar la producción industrial deben adaptar sus productos a las necesidades de los nuevos clientes.
El encuentro se realizó en el hotel Kempinsky de Buenos Aires durante la tarde del miércoles. El primero de los tres bloques previstos en el programa estuvo a cargo de Mario Bragachini, técnico del INTA Manfredi, que hizo una minuciosa evaluación sobre las tendencias de la innovación tecnológica y las posibilidades de Argentina para crecer en este rubro. “Hasta el año 2004, Argentina no tenía, salvo en casos muy puntuales, una masiva cultura exportadora. En ese aspecto hay mucho por mejorar y aprender para llegar a nuevos mercados. Creo que la maquinaria agrícola debe explorar otras áreas de la industria para la contribución en el diseño y tecnología de proceso. Argentina, por ejemplo, posee los mejores cerebros en desarrollo de la industria de autos de carrera, y eso puede contribuir para el desarrollo de la maquinaria. Sin duda, nuestro país puede volver a ser innovador en maquinaria agrícola como lo fue hace cincuenta años”, dijo.
Según los datos expuestos por este técnico del INTA, el camino emprendido durante el 2005 es alentador para la exportación a partir de la suma de esfuerzos en misiones privadas con ayuda del Estado. “La venta anual del sector en el mercado interno e internacional, supera los 600 millones de dólares anuales en todo concepto (máquinas, componentes y repuestos). Las exportaciones para el 2006 pueden crecer hasta un nivel que supere los 160 millones de dólares. En los dos rubros de la maquinaria agrícola donde más se invierte dinero en importaciones (tractores y cosechadoras), la industria nacional recuperó, durante el 2005, una parte del terreno perdido”, aseguró.
En el segundo bloque, que abordaba el desarrollo exportador y la integración con la industria básica, Jorge Médica, presidente de Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola habló sobre la misión comercial de empresarios de este sector a Venezuela. “A partir de la aparición de Venezuela como comprador hay un antes y un después para la maquinaria agrícola argentina. No fuimos nosotros los que impulsamos esto sino el gobierno Argentino, pero ahora está en nosotros generar cambios en este y otros países que tienen poco conocimiento de la agricultura ”, dijo el directivo.
Luego, Hugo Leguizamón, presidente del Centro Industrial de Armstrong, en la provincia de Santa Fe y miembro del Movimiento de Defensa de la Maquinaria Agrícola (MODEMAQ), habló sobre la importancia de la provincia en la industria de la maquinaria. “El 47% de las empresas que fabrican maquinaria agrícola están en la provincia de Santa Fe, y de ese total, el 70% está en el departamento Belgrano, donde se encuentran las ciudades de Armstrong, Las Parejas y Las Rosas”. Leguizamón apuntó también al crecimiento que tuvo la maquinaria argentina en detrimento de la importada. “A partir de 2004 la industria argentina ha logrado recuperar un 8% del mercado, reduciendo la cantidad de máquinas importadas. Tenemos que dejar de ser un país importador de maquinarias y lograr pasar del 3% que se exportaba hasta ahora, al 20%”.
Hernán Pelfini, gerente del programa Propyme, del Grupo Techint, expuso sobre la integración de las fábricas con la industria básica. Pelfini mostró un estudio realizado en base a la información de 100 empresas pymes de la industria metalmecánica . Los datos marcan que estas compañías, desde 2002 a la fecha, practicamente triplicaron su facturación, sus exportaciones y la generación de empleo. “El desarrollo industrial es un camino sustentable hacia el crecimiento de la Argentina; y en el mundo, las siderurgias en general se sustentan si sus clientes metalmecánicos se desarrollan con éxito. Para Techint es vital y estratégica la promoción y crecimiento de las Pymes Metalmecánicas Argentinas, que es uno de los más importantes rubros en la industria manufacturera nacional por generación de empleo y agregado de valor”, aseguró.
Carlos Capisano, presidente del Centro Industrial de Las Parejas y miembro del MODEMAQ, quien actuó como moderador de este bloque, dijo que “Sin la ayuda del Estado no hubiésemos podido entrar en el mercado de Venezuela: Pero hacia delante el Estado deberá tener un plan orientador de las necesidades de la industria. Hay que organizar los próximos pasos después de Venezuela para ir a otros países”, manifestó.
El bloque de cierre estuvo a cargo del Secretario de Industria, Comercio y Pymes, Miguel Peyrano. El funcionario expuso sobre políticas sectoriales de la Industria de la Maquinaria Agrícola. “La industria argentina tiene mucho dinamismo, tiene condiciones naturales óptimas y mucha capacidad empresaria, pero hay que defender lineamientos básicos: un tipo de cambio conveniente y una balanza comercial adecuada, eso determina el perfil de crecimiento”. Con respecto a la apertura de mercados, Peirano dijo que “nuestro trabajo es analizar y evaluar pragmáticamente los diferentes sectores de la industria para avanzar en acuerdos como el de Venezuela, con el Estado como orientador. Llevamos doce trimestres de crecimiento industrial ininterrumpido, pero la potenciación de cada sector depende de un conjunto de factores y características. Si bien la coordinación macroeconómica favorece, cada sector tiene sus particularidades”, concluyó el funcionario.
Al final del encuentro, los asistentes se mostraron muy conformes con la información y el intercambio de ideas que se generó. Miguel Angel Pla, titular de industrial Pla, declaró que “es muy positivo que se generen este tipo de reuniones y poder juntar al sector empresario con el político para comunicar las necesidades del sector. Espero que sigan estos encuentros”. Por su parte, Antonio Bernardi, de la empresa Mainero, manifestó: “Me parece muy útil este tipo de encuentros, sobre todo en este momento por el que está pasando la industria. Debemos prepararnos y concientizarnos porque esta es una gran oportunidad. Tenemos que tener calidad, seriedad y continuidad”.
Gabriel Astegiano, de la firma Apache, dijo que “se abre un horizonte prometedor. Si los industriales nos juntamos podemos crecer mucho. Y eso se vio en la experiencia del viaje a Venezuela”.