En envases de un kilo, cada uno vendía la miel que producía en forma particular, como complemento de sus trabajos principales. Hace un año este grupo de microemprendedores de General Alvear crearon una cooperativa apícola y hoy están a un paso de exportar sus productos. La labor de las 14 familias que integran la cooperativa El Chañar se hizo pública cuando recibieron el primer galardón en Asociatividad para la exportación, de los premios ProMendoza 2005. El motor de este reconocimiento es una alianza estratégica que están concretando con una empresa de Buenos Aires dedicada a la comercialización de alimentos.
El objetivo que se plantean los apicultores, con esta estratégica asociación es colocar sus productos en el mercado nacional y exportar a Chile y Estados Unidos. Para lograrlo están expandiendo su capacidad de elaboración, además de diversificar los productos que ofrecen.
Las familias emprendedoras siguen elaborando y vendiendo miel en Alvear para conservar su clientela, que para ellos es un importante sustento financiero. A la par están innovando con productos no tradicionales como propóleos y polen además de la producción de abejas.
“Nuestra fortaleza como provincia es la producción de material vivo”, remarcó Silvana Nofal, vicepresidenta de la cooperativa.
En este filo tienen antecedentes exitosos. Hace dos años, cuando todavía no se unían formalmente como empresa, concretaron dos ventas considerables de paquetes con abejas, una con apicultores del sur de Buenos Aires y otra a Córdoba. “Esta clase de logros, señaló Nofal, nos une y nos alienta para seguir adelante”.
Silvana se encarga de gerenciar la cooperativa. Ella pertenece a la tercera generación de una familia de apicultores, y considera que “los recursos siempre estuvieron, el tema es aprovechar y revalorizar nuestros productos”.
Un objetivo claro: crecer
En este momento, entre todos los asociados a la cooperativa, reúnen 1.400 colmenas. Para ellos esta cantidad refleja una apicultura “incipiente” y aspiran a tener 5 ó 6 veces más panales, en el corto plazo.
Con las instalaciones actuales, durante la temporada pasada lograron entre 35 y 40 toneladas de miel y quieren duplicar esa producción.
En marzo pasado compraron una sala móvil extractora de miel con maquinaria de acero inoxidable, como lo exige el Senasa para aprobar la sanidad del producto.
Ahora están invirtiendo en la elaboración de la marca y el packaging del producto. Algo que consideran fundamental para aprovechar el premio obtenido de la fundación ProMendoza, que consiste en la cobertura de todos los gastos para que instalen un stand en la feria internacional de productos alimenticios que ellos quieran.
“Estamos en un proceso de ordenamiento interno en lo productivo y también en la organización y administración de la empresa. En este momento estamos vendiendo dentro del país pero aspiramos a hacer una comercialización afuera, que es donde más rinde por el valor de cambio”, sintetizó la vicepresidenta de El Chañar.
Fuente Diario Los Andes