Argentina aspira a convertirse en el segundo exportador de aceituna de mesa en el mundo a medio plazo a pesar de ser el quinto país productor, mientras que en aceite de oliva prevé llegar a ser el décimo productor mundial y la quinta potencia en exportación. Así se desprende de un estudio sobre el sector oleícola de la Dirección de Industria Alimentaria dependiente de la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (SGAPyA), que prevé que entre 2010 y 2015 la producción argentina de aceite de oliva alcance las 115.000 toneladas y la de aceituna de mesa, 250.000 toneladas.
De esta producción, se estima que entre el 70 y el 80 por ciento del total se comercialice en el exterior, lo que supondrá unas exportaciones de próximas a las 85.000 toneladas en el caso del aceite de oliva y de 190.000 toneladas de aceituna de mesa.
Según este informe, Argentina alcanzó una producción en la campaña 2004/2005 de 25.000 toneladas de aceite de oliva y de unas 87.500 toneladas de aceituna de mesa, por lo que estas previsiones suponen multiplicar a medio plazo casi por cinco la producción de oliva y por tres, la de aceituna de mesa.
Añade que se dan las condiciones para que Argentina se transforme en uno de los países de referencia en el mercado mundial ya que en oliva será el principal centro de producción fuera de la cuenca del Mediterráneo y en aceituna el primer productor del mundo de aceituna verde de la variedad Manzanilla.
Destaca como ventajas comerciales, su pertenencia a Mercosur lo que permite vender en este mercado y la posibilidad de ofertar productos similares a la de los principales productores del mundo, mientras que en ámbito de la producción subraya que su cosecha se complementa estacionalmente con la del Mediterráneo y que los costes son bajos.
El potencial de Sudamérica en el sector aceitero ha sido analizado por empresas españolas y así, algunas empresas españolas han visto en Chile una oportunidad de crecimiento y se han instalado en el país andino. EFE