Alemania dará ayuda si no interviene el
Estado.
La poderosa Asociación Federal del Comercio al Por Mayor y Exterior en
Alemania está dispuesta a financiar a los exportadores argentinos, pero con una
condición de acero: que el Gobierno argentino no intervenga en lo más
mínimo.
"Queremos establecer contactos con emprendedores argentinos
que merezcan confianza y que asuman responsabilidades para conformar grupo de
exportación. Nosotros podríamos conseguir la prefinanciación, pero de ninguna
manera funcionarios públicos deben formar parte de la toma de decisiones", precisó
tajante el economista Antón F Börner, presidente de una organización que representa
nada menos que 80.000 empresas alemanas y genera comercio por unos 650,000
millones de euros anuales.
Börner ofreció una conferencia de
prensa ayer en un hotel de Buenos Aires. Presentó el plan para anudar los gentlemen
agreement, que se concretarían a través de las cámaras empresariales, y dejó
entrever la profunda desconfianza que despierta nuestra clase política entre las
severas élites de Francfort y Berlín, Ni un centavo para el Estado que declaró el
default, fue el mensaje.
La exposición, de hecho, comenzó
con declaraciones filosas. Börner calificó como "desastrosa" a la decisión de no pagar el
14 de noviembre el vencimiento con el Banco Mundial. "No es un actitud constructiva,
la Argentina tenía el nivel de reservas internacionales apropiado como para hacer el
pago", subrayó. Börner se declaró perplejo por un dato que nos abochorna: el
Congreso de Formosa tiene un presupuesto más alto que el Parlamento de Baviera,
uno de los más ricos lander de Alemania. Recordó también el drama nacional de la fuga
de capitales. ¿Cómo es posible que pidan a un inversor o ahorrista extranjero que
confíe en este país cuando ni siquiera la propia clase dirigente lo hace?, dijo con una
lógica impecable.
El economista germano concedió que la
salida de esta crisis sólo se producirá con un dramático aumento de las exportaciones.
Para ello es menester un cambio de mentalidad en nuestro empresariado, al punto que
se organicen y salgan con prepotencia a ganar mercados. "En Europa nadie está
esperando a la Argentina; la iniciativa debe partir de ustedes", resaltó.
Los productos agropecuarios y los insumos para la industria son los
renglones más prometedores para nuestros exportadores, precisó. Dijo luego que teme
de que las elecciones en nuestro país demoren las negociaciones de un acuerdo de
libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.
- LA ENCUESTA
La conferencia de prensa incluyó
también la presentación de una jugosa encuesta realizada por la Cámara de Industria y
Comercio Argentino-Alemana. Casi 500 firmas de origen teutón -o con participación
de capital alemán- que trabajan en el país destacaron que hoy contamos con dos
grandes ventajas comparativas a nivel regional: calidad de los recursos humanos
(95,9% de las respuestas) y costos laborales (89,8%). Pero habrá que ver si este
tenue par de alas no se estropea en lo que se percibe como un mar de desventajas:
marco político (95,9%); marco económico (93,9%), corrupción (87,8%), apoyo del
sector público (87,8%), administración de la justicia (87,8%), poder adquisitivo
(85,7%) y seguridad personal (85,7%).
Una buena nueva: el
sondeo indica que en el 2003 se planean inversiones por 71,7 millones de dólares, muy
por encima de los 27,7 millones de este año, en el que el 68,4% de los encuestados
registraron resultados negativos en divisas fuertes. Tres de cada cuatro firmas dice
contar con el firme apoyo de su casa matriz para seguir operando en el país.
Los números fríos indican que las empresas alemanas esperan un 2003
de transición, donde las variables se mantendrán estancadas. Ahora bien, de aquí a
tres años, cunde un optimismo arrollador. Los hombres de negocios creen que habrá
más actividad económica (96%), mejorará el contexto político (74,5%) y social
(64,7%) y crecerá la demanda laboral (66,7%), inversiones (70,6%), ventas (86,4%)
y rentabilidad (74,5%).