En los últimos cinco años, mediante fuertes inversiones en tecnología, se logró agregar valor en la industria curtidora duplicando la cantidad de empleos y quintuplicando sus exportaciones. Según datos de la Cámara, en la industria del cuero hay más de 100 empresas en las que trabajan unos 60.000 operarios y se pasó de exportar cueros terminados por U$S 250 millones a U$S 900 millones anuales. Así lo destacó el titular de la Cámara de la Industria del Cuero, Eduardo Wydler.

“Lo más importante es mantener a la industria competitiva, reduciendo costos y permitiendo compensar las asimetrías profundas que guardamos con otros países competidores”, agregó.

La industria exporta el cuero terminado y provee al mercado local de calzado y marroquinería a precios diferenciales mucho menores a los de exportación.

Con respecto a la situación del mercado del cuero, explicó que “en este momento, es buena, pero estacionaria, ya que hemos tenido un incremento en las exportaciones en el primer trimestre de 2005 con relación al año pasado, pero el mercado internacional se encuentra estable”.

Indicó que “no ha habido un incremento de demanda y habría que ver cómo evoluciona” y alertó que “se ha fortalecido la competencia con mercados más demandantes como China o Brasil (para el rubro del calzado), y esto influye positivamente en el mercado local”.

En cuanto al mercado local, Wydler señaló que “se ha encontrado un camino ascendente en los últimos años. Con la devaluación, se ha dado un desarrollo alentador a partir de la afluencia turística que permite manufacturar y vender productos de calidad”.

“Los obstáculos con los que se encuentra el sector tienen que ver con la continuidad de políticas que estimulan el desarrollo de valor agregado”, puntualizó el directivo.

Asimismo, agregó que la Argentina cuenta con una cadena de valor de la industria del cuero, lo que se logró gracias a muchas inversiones y esfuerzos. Así se pasó de un mercado que vendía los cueros crudos o salados al exterior, es decir la materia prima en bruto sin sumarle proceso industrial, a un mercado que exporta cueros terminados.

“El objetivo es que la cadena de valor que integran la industria del cuero, calzado y marroquinería pueda seguir creciendo, generando empleo y llegando a nuevos mercados”, sintetizó.
Fuente Agritotal