La Secretaría de Industria reglamentó la ley que otorga varios incentivos fiscales para la industria del software, y garantiza a los empresarios del sector que no se les aplicarán nuevos impuestos por diez años. El sector viene incrementando sus exportaciones a un ritmo del 30 por ciento anual. "Hemos firmado hoy la resolución que pone en vigencia los incentivos previstos en la Ley del Soft", informó el secretario de Industria Miguel Peirano, luego de participar de un acto con empresarios del software. La Ley del Software, aprobada el año pasado por el Congreso pero que aún no había sido reglamentada, establece un régimen de promoción cuyos adherentes tendrán diez años de "estabilidad fiscal", sin incrementos de impuestos.
Además, los empresarios que adhieran a la promoción gozarán de un descuento del 60 por ciento en el impuesto a las Ganancias y de hasta el 70 por ciento en el pago de aportes patronales, a computar como crédito fiscal. "Este es un paso más en un nuevo modelo económico y social. Estamos frente a la oportunidad de reindustrializar la Argentina en un marco social equilibrado", sostuvo Peirano durante el acto de ayer, en el que también firmó con Filmus y Tomada un convenio macro para avanzar en la capacitación de recursos humanos en el ambiente de tecnología, de acuerdo a los perfiles que requiere el mercado.
El Acuerdo Nacional de capacitación para el sector de Software y Servicios Informáticos fue la medida numero uno del Plan de Acción 2004-2007 elaborado por el Foro de Competitividad del sector informático, dónde los privados revelaron que "la demanda de recursos humanos capacitados no es suficiente para las necesidades del mercado". El acuerdo de ayer creó el Fondo para el Mejoramiento de la Enseñanza de la Informática (FOMENI), al que aportarán el sector público y los privados, y que se destinará a proveer los recursos y evaluar y controlar los programas de formación.
Entre los grupos que ya definieron el perfil de profesionales que requieren figuran el cluster de Córdoba, el Polo tecnológico de Rosario y la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (CESSI), que prevé capacitar mil personas, no sólo en uso de tecnologías sino en gerenciamiento. "Nuestro negocio es muy parecido a la construcción, y nadie se imagina una obra en la que todos sean arquitectos o maestros mayores de obras. Necesitamos técnicos y especialistas para incorporar rápido a la industria", dijo ayer el vicepresidente del CESSI, Miguel Callelo. El empresario aseguró que los desarrolladores de software crearán este año "unos 5 mil nuevos empleos calificados", y comentó que el sector viene incrementando sus exportaciones a un ritmo del 30 por ciento anual, y sus ventas internas al 20 por ciento anual.