Economías Regionales; Una fuerte apuesta al mercado externo

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A casi un año de la devaluación del peso, las PyMEs empiezan a vislumbrar un horizonte de crecimiento. En Misiones, los elaboradores de té ya vendieron al exterior por más de 10 millones de dólares. Los apicultores realizaron un ahorro de costos a través de la concentración del poder de compra. Las economías regionales, especialmente vinculadas a la agroindustria y conformadas por pequeñas y medianas empresas, comienzan a vislumbrar un horizonte de crecimiento tras la apertura de mercados que les significó la devaluación del peso y el apoyo que organismos de crédito doméstico brindaron ante la falta de financiamiento externo.

En Misiones, en la localidad de Leandro Alem, cerca de 4.600 minifundistas (no más de 25 hectáreas) que integran la Cooperativa Agrícola Picada Libertad —productores de té— pasaron de estar fuertemente endeudados y a un paso de la quiebra, a exportar algo más de 10 millones de dólares en lo que va del año. Según el presidente de la Cooperativa, Roberto Swier, la exportación tiene un beneficio extra, por efecto de la devaluación de la moneda local, que revalorizó el precio de su producción en dólares.

Hoy reciben 19 centavos por cada kilo de té de los dos a cuatro centavos que recibían antes, cuando la paridad uno a uno de la convertibilidad regía la actividad económica.

Pero este despegue no podría haber sido posible sin el apoyo finaciero del Foncap SA, del Ministerio de Desarrollo Social, un organismo que se dedica a apoyar a las micro empresas como parte de su lucha contra la pobreza.

A fines del 2001, los cooperativistas recibieron dos préstamos de 100.000 dólares para capital de trabajo (la compra de su propia cosecha al contado), que ya están casi saldados, y más tarde recibieron 500.000 dólares en concepto de prefinanciación de exportaciones.

La cooperativa está encarando ahora un plan para mejorar la calidad del té que produce, a través de la clonación, lo que permitiría al menos triplicar los precios de exportación y sus ingresos.

Los colonos sobrevivían en los últimos años con 1.500 pesos al año y hoy, si bien no dejaron de ser pobres, al menos cobran un precio más decente por su cosecha.

Otro caso, más reciente, es el de la Federación Argentina de Cooperativas Apícolas (Facap), integrada por más de treinta cooperativas de Buenos Aires, Cordoba, Santa Fe y Entre Ríos, que decidieron realizar un ahorro de costos a través de la concentración del poder de compra.

Mediante la constitución de esta megacooperativa se logró bajar el alto costo que constituye para los productores de la miel la compra de tambores para depositar la producción para su exportación.

- FINANCIACIÓN.
La Facap también contribuyó a la colocación del producto en el mercado externo, mediante el diseño del plan comercial y de los contactos que la puesta en marcha del mismo implica.

En este caso, el Foncap aportó el apoyo financiero necesario, que fue cercano a los 600.000 dólares, y que permitió apuntalar a más de 500 microproductores apícolas.

Otro caso es el de la Asociación Mutual de Balcarce (AM Balcarce), que si bien no se dedica directamente a la actividad productiva, brinda apoyo financiero a los productores de la zona.

Esta institución, también vinculada al FONCAP, brinda créditos a microempresas de Balcarce, Mar del Plata y Ayacucho, además de prestar un servicio de salud a los pequeños productores agrícolas que no cuentan con una obra social.

La Mutual, que comenzó sus actividades en 1977, hoy tiene unos 2.000 asociados a los que brinda cobertura médica y filiales en Batán, Lobería, Ayacucho y Tandil.
El microbanco se creó en 1999 y hoy atiende a 380 clientes y concede préstamos que van desde los 300 hasta los 4.000 pesos, que permiten a quienes los reciben generar y desarrollar sus propias fuentes de empleo.
Para obtener un crédito, alcanza con presentar el documento, la factura de un servicio, alguien que se ofrezca como garante y alguna referencia comercial. Así, de a poco, las economías regionales se están reposicionando con una fuerte apuesta en el mercado externo y el apoyo de los organismos de financiamiento doméstico que surgieron tras el default y el cierre de las fuentes tradicionales de provisión financiera.
Fuente: El Diario de Paraná