Las exportaciones de carnes frescas de conejo, durante el primer bimestre de 2005, sumaron 352 toneladas por un valor de 1.875.000 dólares, mostrando un incremento del 228 por ciento en volumen y del 242 por ciento en divisas respecto a los envíos del mismo período de 2004, que alcanzaron 107 toneladas por 548.000 dólares, según informó el SENASA.
El principal destino del producto fue Holanda con envíos por 146 toneladas y un valor de 837.000 dólares.
También se registraron exportaciones a Francia 104 toneladas y 589.000 dólares; Bélgica 51 toneladas y 251.000 dólares; Alemania 35 toneladas y 179.000 dólares y España 16 toneladas por 19.000 dólares.
Para este tipo de producto, la faena se elabora bajo exigencias de muy alta seguridad, dado que no debe conllevar ningún riesgo sanitario y contar con una calidad microbiológica óptima.
Los cortes se envasan individualmente en envases primarios de polietileno y el conjunto en unidades de cartón, identificadas con el logo del SENASA y de la Unión Europea. Estos requisitos se enmarcan en la norma Comunitaria 91/495/CEE, que estipulan los países importadores del bloque para estas carnes.
Las plantas frigoríficas que se habilitan para carnes de conejo doméstico procesada, aplican un estricto control de Buenas Prácticas de Manufacturas (BPM) que son exigidas por el SENASA.
En 2002, luego de más de 7 años sin registrarse exportaciones de carnes frescas de conejo desde la Argentina, se reiniciaron los envíos hacia la Unión Europea sumando 124 toneladas por un total de 491.000 dólares. En 2003, las exportaciones alcanzaron las 378 toneladas por 1.664.000 dólares y el año pasado sumaron 1.387 toneladas por un valor de 7.182.000 dólares,