En Brasil, y siguiendo una tendencia mundial, el dólar opera en baja (2,585 reales). Pero aquí, y gracias a una activa intervención del Banco Central, la divisa se mantiene en torno a 2,90 pesos. Así, la brecha que separa las monedas de los principales socios del Mercosur se ha ido ensanchando en los últimos meses. La situación, a juicio de los analistas, podría favorecer las exportaciones de la Argentina hacia el vecino país lo que permitiría achicar el déficit comercial que se registra desde junio de 2003.
"En una primera lectura, la apreciación en Brasil favorece la exportación argentina y complica las importaciones desde ese país", juzgó el consultor Raúl Ochoa. Pero tanto este como otros especialistas recomendaron no entusiasmarse. Primero porque no se sabe cuánto tiempo durarán estas divergencias. Y segundo, porque buena parte del comercio bilateral se produce entre firmas vinculadas, que pueden disimular las diferencias.
Lo cierto es que las pizarras muestran una brecha de unos 40 centavos entre la paridad del peso y el real frente al dólar, internacionalmente la moneda rectora en el comercio. Mientras esta situación se prolongue, los productos argentinos (el grueso son agroalimentos) serán más competitivos en Brasil. En el Centro de Estudios Bonaerense (CEB) estimaron que los más favorecidos serían maquinaria agrícola, químicos, lácteos y gráficos.
A la inversa, los artículos que los brasileños venden aquí (sobre todo manufacturas industriales) serían menos competitivos.
José Nuñez, de AIERA (la Asociación de Importadores y Exportadores), puso paños fríos. "Somos más competitivos pero hay que tomarlo con prudencia, porque el tipo de cambio sólo resultó significativo cuando hubo un shock. El comercio se alteró significativamente cuando la devaluación en Brasil (1999) y en Argentina (2002)".
Para el experto, sigue siendo más determinante el nivel de actividad. "Con estas diferencias cambiarias no va a suceder mucho. De hecho, si los sectores industriales siguen pidiendo protección, es porque todavía no se sienten protegidos", razonó.
Por Matías Longoni
Fuente Diario Clarín