Crédito, del factoring a las zonas francas

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Alternativas de financiación.
Interlat forma fideicomisos con empresas que necesitan fondos para empezar a operar.
Reciben partidas de dinero contra entregas parciales de la mercadería por exportar.
Aun cuando existía la voluntad de los bancos para financiar a las Pyme, surgía un problema cuando éstas se presentaban con una carta de crédito abierta en el exterior. La incertidumbre comenzaba a carcomer al banco mientras se preguntaba qué sucedería si esa Pyme finalmente no exportaba y ellos se quedaban con el crédito colgado. Entonces, analizaban los balances, pero encontraban serios problemas que eclipsaban varias operaciones. Disminuir este riesgo comercial que tenían los bancos y los inversores sumado al riesgo político implícito de la Argentina es el objetivo que se planteó Interlat -empresa especializada en factoring y en la coordinación de la logística del comercio exterior- cuando se lanzó a financiar proyectos de exportación en la era posbancaria.

En cuotas
El sistema ideado consiste en la liberación de partidas de crédito contra entregas parciales de mercadería. En lugar de ser exportada toda de una vez, se deposita "en cuotas" el producto en zonas francas, para aprovechar de forma acabada su régimen.

"Conseguimos financiación contra el producto y contra la cobranza asegurada, es decir, buscamos a los inversores, y por el otro lado a las empresas, y analizamos cada transacción paso por paso", explicó Juan Capelli, presidente de la compañía.

"Los bancos operaban así: supongamos que un exportador pedía una prefinanciación de US$ 100.000 a un banco argentino;éste a su vez le pedía financiación a uno del exterior que le exigía al exportador un depósito por la misma suma del crédito (cash collateral) en un banco de Suiza, por ejemplo, y luego le giraba los US$ 100.000. Una vez concretada la operación se le devolvía el depósito. Este sistema para las Pyme es absolutamente imposible", apuntó Rogelio Olivieri Acosta, gerente de la firma.

¿Qué es el cash collateral?
Eslo que pide cualquier banco para empezar la transacción. Hoy los bancos piden un cash collateral del 100%. En el producto que diseñamos el exportador pone algo de mercadería para que el banco del exterior pueda hacer el primer préstamo y de esa forma empieza a girar la rueda. Tenemos inversores que en lugar de tener plata guardada o depositada en Estados Unidos al 4%, pueden optar por prefinanciar con una tasa del 15 al 18% anual:no hay riesgo y puede tener un rendimiento superior prestando la plata para cash collateral que teniéndola afuera. Lo bueno es que ya estamos en condiciones de reemplazar este depósito por otra garantía a satisfacción del inversor y que deberá ser constituida antes de la entrega del primer tramo del préstamo, para cubrir el mismo.

-¿Cómo sería la operatoria?
-Supongamos que un exportador tiene una operación por US$ 100.000. La primera condición es que tenga una carta de crédito, tiene que existir un instrumento que manda un banco de primera línea del exterior. Esa carta la toma un banco de acá y le solicita a Interlat que consiga la prefinanciación. Arrancamos con un cash collateral menor, de entre 20.000 y 25.000 dólares, que incluso podemos facilitarlo nosotros. Se entrega este monto al banco del exterior que lo deposita, por ejemplo, en Suiza y automáticamente libera esa suma al exportador. Este arma un contrato fiduciario con nosotros y empieza a fabricar el producto. Cuando produce por el equivalente a esos US$ 25.000 nos lo entrega en la Zona Franca La Plata, o en cualquier otra del país. En virtud de la ley 24.333, cuando se deposita la mercadería allí es como si ya fuera exportada, y así se reduce el riesgo comercial. Por el contrato fiduciario el exportador entrega mercadería -que se consigna a nombre del que abrió la carta de crédito- en la medida en que le mandamos los fondos. El problema es que el destino de la exportación debe ser extrazona porque el régimen de zona franca no permite ventas al Mercosur.
"En la Zona Franca La Plata -agregó Olivieri- trabajamos con empresas de control de calidad como SGS y Bureau Veritas que le informan al banco prefinanciador que la mercadería entregada coincide con la carta de crédito y procuran que no se deteriore, porque el producto ya es garantía del préstamo que está ingresando, es como si fuera un warrant."

De esta manera, Interlat maneja la logística (consignando en zona franca la mercadería del empresario a nombre del importador), el empresario recibe partidas de US$ 25.000 (hasta completar el crédito pedido de 100.000 dólares) y las certificadoras internacionales de calidad (que emiten un certificado que acompaña al documento de embarque) garantizan al exterior que la mercadería está. En el supuesto de que la empresa fabricante entre en convocatoria de acreedores o quiebre, "no hay riesgos porque Interlat figura como tenedor propietario de esa mercadería en zona franca, que a su vez ya está a nombre del importador", dijo.

Entregada toda la mercadería por el valor total del crédito, se le informa al banco emisor de la carta de crédito que se le está enviando la documentación de embarque, "pero le decimos que en lugar de pagar en la Argentina, paguen afuera, porque ya liquidamos las divisas por anticipado con cada partida de US$ 25.000, que el banco local transforma en pesos y se los entrega al exportador", añadió el directivo

-¿El Banco Central aprobó esta operatoria? ¿Cómo se resuelve el pago de retenciones?

-Consultamos con el Banco Central y da por ingresadas las divisas por anticipado. Incluso, como al entrar en zona franca hay que pagar los derechos de exportación, lo mejor es cerrar cambio cuanto antes. Lo único que nos pidió el Central es que cuando se produzca la exportación desde la zona franca, el banco argentino haga un documento que calce el préstamo con el ingreso de divisas.

-¿Cómo se fondean?

-No tenemos problemas de fondeo, tenemos líneas habilitadas de inversores institucionales locales y extranjeros. Los bancos del exterior (sugirió reserva de sus nombres) son conocidos, fundamentalmente europeos, porque siempre operaron en nuestro país, conocen bien cómo funciona el comercio exterior y hoy están retirados por un tema de encaje y porque las casas matrices quieren ver cómo termina esto antes de empezar de nuevo. De todas maneras, los fondos del exterior deben ser filtrados por un banco argentino y, lamentablemente, quedan dentro del "corral"... y es muy difícil que los bancos extranjeros entiendan por qué.

Además del riesgo comercial está el riesgo país, del cual la Argentina ostenta el lamentable primer puesto.

"Es alto el riesgo país porque no existe la libre disponibilidad del cobro de la carta de crédito, pero se elimina con nuestra intermediación al darle instrucciones al banco que abrió la carta de crédito que no mande a la Argentina los fondos sino que los deposite donde diga el banco prefinanciador", concluyó Capelli.
Fuente: Diario la Nación