Con apenas 20 pesos, Adrián Pérez y Paola Biurrún crearon Gel & Glass, una compañía que hoy exporta figuras decorativas de gel autoportante a Estados Unidos, Italia, Francia y España, entre otros países. Todo empezó en 2002 cuando Pérez (29) estaba desempleado y Biurrún (24) estudiaba y trabajaba como telemarketer. "Siempre fui de necesitar hacer más cosas y me encantaba todo lo relacionado con lo creativo. Un día caminando con Pablo por [el barrio de] Once vimos un material raro y el vendedor nos explicó que era un gel y cómo se usaba", recordó Biurrún.
"Compramos los colorantes y los cortantes el mismo día -continuó-. Después fuimos a casa y estuvimos toda la noche haciendo las figuras en la cocina. Al día siguiente los llevé a la oficina para regalar y empezaron a caer los pedidos de amigos."
De acuerdo con la empresaria, los pedidos fueron creciendo y, al ver que las figuras gustaban, el dúo fue a ofrecerlas a diferentes locales ya con el nombre de Gel & Glass.
"La primera orden que nos llegó fue de un bazar que nos pidió 500 unidades. De a poco, se fueron sumando otros negocios y nosotros nos fuimos organizando mejor con un sitio en Internet y un canal de distribución armado", señaló.
El año último, la compañía se revolucionó con el primer pedido del exterior de un mayorista italiano, que encargó 200 kilos de figuras y todavía sigue importando a su país los productos de Gel & Glass.
Pérez y Biurrún, que hasta entonces no tenían conocimiento sobre la normativa del comercio exterior, se asesoraron con un despachante de Aduana. Según Biurrún, "el proceso no fue tan complicado como lo esperábamos porque es todo cuestión de hacer los trámites en forma ordenada".
Clientes
Al pedido de Italia, se sumaron el año último y éste más órdenes -de entre 200 y 700 kilos por mes- de España, Francia, Suiza, Austria, Alemania, México, Perú, Uruguay y Estados Unidos.
Recientemente, la firma, que en el país abastece a cadenas como Falabella, sumó un comprador de Holanda que distribuirá los productos en ese país, Bélgica y Luxemburgo.
"Les vamos a enviar a fines de mes 700 kilos. Por ahora, firmamos un subcontrato con la distribuidora y a partir de esta prueba se abre la posibilidad de un contrato mayor por el que estaríamos mandando un contenedor lleno a Holanda", destacó la empresaria.
Financiación propia
En la actualidad, la compañía, que factura más de 150.000 pesos al año, produce 5000 figuras por día en su nuevo local y showroom de 220 metros cuadrados, ubicado en el barrio de Once.
Para atender a la creciente demanda, la empresa -que emplea 10 personas- compró este mes una máquina que le permitirá elevar de 200 a 400 kilos la producción semanal.
"Todo lo que hemos hecho lo logramos con financiación propia y vamos a mantener esa premisa. Siempre reinvertimos y nunca pedimos dinero prestado", afirmó la empresaria.
Biurrún señala que, además de la exportación, la firma buscará expandirse en el mercado del merchandising.
"Podemos hacer desde las formas clásicas hasta logos y es una propuesta diferente. En lo que respecta a la venta no corporativa vamos a presentar nuevos productos", destacó.
"Hace poco lanzamos un portacepillo de dientes en gel que es bárbaro para los chicos. Es un producto totalmente nuevo en el mercado de geles, que tuvo un boom en el último año", añadió.
En el catálogo de Gel & Glass, hay figuras decorativas de todo tipo. Para los enamorados, por ejemplo, ofrece una caja transparente en forma de corazón que contiene piezas en tonos rojos con la misma forma.
Por Mercedes García Bartelt
Fuente Diario La Nación