Antes de fin de año, la Provincia de Santa Fe dará por finalizada las dos etapas principales para el emplazamiento del nuevo puerto. La primera comenzará con el llamado a licitación de las consultoras internacionales que quieran proyectar la ubicación de las terminales multipropósito. La otra, parte de la decisión del gobierno provincial y su intención de desembolsar alrededor de 40 millones de dólares para la ampliación del puerto y su traslado hacia aguas más profundas del Río Paraná. Mientras tanto, ya se habla de la construcción de una obra estratégica para la Región Centro y el intercambio comercial con el Mercosur, a partir de que en el kilómetro 584 de la vía navegable se produce un cambio de profundidad a 10 pies que puede transformarse en un punto de transferencia para todo el tráfico ascendente de barcazas y buques oceánicos de cargas.
“Estamos frente a un posicionamiento que ha sido advertido por operadores internacionales y hay muchos países de Latinoamérica interesados en participar de las inversiones. El gobernador de Santa Fe, Jorge Obeid, ha considerado al futuro puerto como una cuestión de Estado y espera que, finalmente, el 22 de julio se puede determinar entre las ocho consultoras que adquirieron los pliegos, quién se harán cargo de indicar la salida del canal de acceso de ocho kilómetros para instalar la nueva unidad en una zona de aguas abiertas”, explicó Benito Correnti, presidente del Ente Administrador Puerto Santa Fe.
El funcionario estima que, en nueve meses, un grupo de especialistas habrá determinado tres opciones de ubicación de demanda potencial en un radio del río Paraná, que va desde el kilómetro 579 (al sur del viejo puerto) al 603, frente a la ciudad de Paraná.
Aunque pocos se animan a dar a conoce cifras globales, la inversión total del nuevo puerto de Santa Fe ha sido estimada en 200 millones de dólares.
Una buena parte de la suma sería financiada por el Fonplata, un fondo constituido por los países signatarios del tratado de la cuenca del Plata y Bolivia.
Punto estratégico
La localización podría revalorizar a la ciudad de Santa Fe, como sucedió a principios del siglo pasado, cuando por ser la primera “ciudad puerto” del país exportaba por cifras cercanas a los tres millones de toneladas.
Como en los viejos tiempos, ahora, la región pasaría a tener el último puerto multimodal ultramarino aguas arriba, o el primero aguas abajo.