El peaje
aumentó un 250% en Uruguay:
se agudiza el conflicto con el país
vecino.
Una de las principales razones de la crisis por la que atraviesa el
autotransporte de cargas argentino es que fue barrido por las flotas de la región del
intercambio de mercaderías con los países limítrofes, cuando aún existía la paridad
entre el peso y el dólar. El transporte internacional por carretera absorbe un
25% del comercio entre los países del Cono Sur, según la Asociación
Lationamericana de Integración (Aladi). Este mercado es esencial para la
supervivencia de las compañías argentinas del sector porque aún sigue deprimido el
traslado de carga dentro del país y los costos de repuestos y del gasoil aumentaron al
ritmo de la devaluación del peso.
Pero justo en el momento en que
pueden salir a competir con transportistas de la región gracias a la devaluación -que
abarató en dólares los fletes internacionales percibidos por las compañías nacionales-
se enfrentan con trabas de los países vecinos para desalentar su retorno al
negocio.
Por eso, los empresarios aseguran que la integración parece
ser un concepto válido en el rubro sólo cuando deja fuera de mercado a empresas
argentinas, pero que es fácil de olvidar por los países vecinos cuando se modifican
los términos de la competencia.
Máxime cuando Uruguay acaba de
decidir un aumento del 250% de peajes exclusivo para camiones de carga y ómnibus de
matrícula argentina. "Nos hemos bancado los últimos cuatro años cuando no éramos
competitivos y ahora que empezamos a serlo nos quieren dejar afuera nuevamente. Por
eso, estamos pidiendo la intervención del Estado para que se revierta esta situación",
dijo a La Nación el titular de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del
Autotransporte de Cargas (Fadeeac), Luis Morales.
La Fadeeac y la
Asociación de Transportistas Argentinos de Carga Internacional (Ataci) enviaron
una carta al presidente Eduardo Duhalde el miércoles último donde le piden que
intervenga para resolver "la evidente discriminación" surgida del aumento de los peajes
decidido por Uruguay que tendrá "consecuencias altamente negativas" sobre la
actividad económica nacional. El aumento de los peajes del Uruguay exclusivo para
firmas nacionales, que se adoptó el lunes 9 del actual, fue instrumentado por una
norma del Ministerio de Transporte de ese país, encabezado por Lucio Cáceres, en
represalia al descuento de peajes para transportistas argentinos existente en nuestro
país.
La norma uruguaya señala que el descuento de peajes de la
Argentina a partir del dictado del decreto 802/01 hace que los transportistas
extranjeros estén pagando tarifas "que superan en un 250%" a las que pagan los
transportistas locales.
Las disminuciones tarifarias de peajes en el país
para transportistas argentinos, adoptadas a partir de junio de 2001, parten del 60% y
llegan al 72% para las empresas incluidas en el plan de competitividad que facilita al
fisco el cobro de impuestos.
Pero las firmas locales deben pagar como
compensación (a diferencia de las uruguayas, que cargarían el combustible en su país)
la tasa vial creada por el decreto 802/01 que hoy se sitúa en 12 centavos por litro de
gasoil.
Esta tasa aporta unos $ 100 millones mensuales a las arcas del
Estado, de los cuales $ 40 millones se pagan a los concesionarios de peaje, según
datos de la Secretaría de Transporte. Por otra parte, la devaluación disminuyó
notablemente la incidencia de estas tarifas para los transportistas internacionales. Si
antes pagaban un peaje "de 10 dólares, hoy abonan 2,78 dólares" en este concepto,
según señala un comunicado firmado por las entidades del
sector.
Cuestión de Estado
Entonces, la medida de
Uruguay no surgiría porque los costos de peaje del país sean un problema para los
transportistas uruguayos.
Por el contrario, sí lo sería la competencia de las
firmas nacionales desde la devaluación del peso, argumentan los empresarios locales
del autotransporte.
Además, se abre la puerta a un conflicto de nunca
acabar porque la falta de presencia argentina en los tráficos regionales fue una de las
causas de la crisis que derivó en decisiones como los descuentos de peaje vigentes en
el país para transportistas locales.
Por este motivo, Fadeeac y Ataci
solicitaron al presidente que tome "como una cuestión de Estado" la resolución del
conflicto surgido con Uruguay por los peajes, según sostienen en la
misiva.
De lo contrario, "el sector se reserva el derecho de tomar las
medidas que considere más apropiadas para resolver el conflicto", señala la carta,
firmada por Morales y el titular de Ataci, Federico Wipplinger.
Según
comentarios que circularon la semana última entre los empresarios del autotransporte,
una posible medida de fuerza por tomar sería propiciar un "cierre de fronteras" que
impida el ingreso de los transportistas uruguayos.
Pero esta decisión
sólo se tomaría si no se encuentra una salida alternativa en la reunión del Subgrupo de
Trabajo Nº 5 sobre Transporte e Infraestructura del Mercosur, que comienza hoy en
Foz de Iguazú, Brasil.
Por su parte, el presidente de la Confederación
Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Catac), Rubén Agugliaro, dijo que la
medida uruguaya muestra que el país vecino "defiende su sector de transporte, a
diferencia de la Argentina".
La Secretaría de Transporte parece haber
tomado nota de su posición. En los últimos 15 días la unidad especial que realiza
verificaciones vehiculares en la frontera con Uruguay impidió el ingreso al país "a unos
200 vehículos de pasajeros y cargas de matrícula uruguaya" por desperfectos técnicos,
según dijo una fuente del organismo oficial.
Multa
Otro
aspecto que podría llevar a la toma de medidas de fuerza es la multa impuesta en Brasil
a la empresa de transportes de cargas peligrosas Menconi por un accidente que tuvo a
fines de mayo en el estado de Paraná, en virtud del cual se produjo el derrame de una
sustancia contaminate (hexametilendiamina) en el medio ambiente (ver
recuadro).
Pese a que la compañía reparó los daños ambientales
afrontando costos de aproximadamente 100.000 dólares, le fue establecida una multa
del orden de los US$ 75.000 por el Instituto Ambiental del Estado de Paraná, señala un
documento de la Cámara Argentina de Transporte Automotor de Mercaderías Peligrosas
(Catamp).
Fuente: Diario la Nación