La exportación de productos hortícolas ha registrado un notable
crecimiento en Argentina y ya no se dirige solamente a los países limítrofes. Pimientos
cosechados en la provincia de Buenos Aires se venden 48 horas después en
supermercados de Canadá y Estados Unidos. Las nuevas condiciones
competitivas generadas por la depreciación de la moneda argentina han determinado
que productos cuya exportación antes no era relevante salten ahora a la escena
internacional. Tal es el caso de las hortalizas frescas, de las que se exportaron 212.000
toneladas entre enero y agosto de este año, mientras que en todo el año pasado se
habían vendido en el exterior 156.000 toneladas.
De continuar esta
tendencia, el sector puede exportar en 2002 por valor de 120 millones de dólares.
Este significativo crecimiento está asentado en los productos hortícolas
que tradicionalmente constituyen la base de las exportaciones, como ajos y cebollas,
pero también en otros relativamente novedosos, como pimientos, espárragos, zapallos
y tomates, además de lechuga y zanahorias.
- Iniciativas
audaces y novedosas
En cuanto a los países de destino, varían según los
productos: los principales importadores de cebollas argentinas son Brasil, Holanda,
Bélgica y Paraguay; de zapallos, España y Holanda; de lechuga, Chile, Uruguay y
Paraguay, y de zanahorias, Uruguay y Paraguay.
Los empresarios que se
suman a las huestes exportadoras ponen de relieve la excelente acogida que
encuentran los productos argentinos, pero lamentan la carencia de políticas orgánicas
por parte del Estado que facilitarían la conquista de nuevos mercados extranjeros.
A pesar de todo, se registran iniciativas audaces y novedosas.
Tal es el caso de una empresa hortícola situada en las afueras de La Plata, a
unos 70 kilómetros al sur de Buenos Aires, Ruta 36 S.A., que utilizando las más
modernas tecnologías cultiva la variedad de pimiento llamado Blocky (de forma
cuadrada) y que hasta ahora sólo destinaba al mercado interno.
Ahora
ha concertado una primera exportación de 200.000 kilos a Canadá y Estados Unidos,
que se transportarán por vía aérea, refrigerados, y estarán en los supermercados
norteamericanos 48 horas después de ser cosechados en la provincia de Buenos
Aires.
- Tecnología de vanguardia
Los directivos de
la empresa destacan las grandes dificultades que deben superarse para hacer posible
este tipo de comercialización, como la logística de transporte, además de las rigurosas
barreras sanitarias que erigen esos países y sus altísimas exigencias de calidad.
Y subrayan que su empresa puede cumplir con éxito el cometido porque ha
adoptado tecnologías de vanguardia en el sector, como el uso de invernaderos
metálicos automáticos y de modernísimos sistemas de control automático de riego.
Otra firma que ha incursionado con éxito en la exportación de hortalizas
frescas es Hankin International, que ha creado una estructura comercial-logística con
productores asociados, que están obligados a respetar escrupulosamente los
protocolos de calidad de los países compradores. Así, ya han exportado una importante
partida de zapallos Anco, originarios de la provincia andina de Catamarca, a Estados
Unidos y Europa, y tienen en vista otras de espárragos. Según la modalidad del
producto, el transporte se efectúa por vía aérea o marítima, con refrigeración o sin
ella.
Fuente: Comunica