El desarrollo de las exportaciones de productos orgánicos argentinos, el mejoramiento de la calidad del procesamiento y las exigencias de etiquetado para ingresar en los mercados premium fueron el motivo de la reciente visita de un grupo de especialistas europeos que se entrevistaron con funcionarios de Cancillería, productores y directivos de las principales asociaciones de orgánicos del país. La consultora privada Susan Wren, del Reino Unido, y Richard Kettlewell, un trader de orgánicos de Holanda, encabezaron la delegación. Wren integra un grupo de trabajo del Centro de Comercio Internacional (Intracen), la agencia de cooperación técnica de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad) y de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que brinda asesoramiento para la promoción del comercio de las economías en desarrollo.
"Los productos orgánicos argentinos son hermosos y sofisticados, y de muy buena calidad. Se los puede ver en góndolas de Europa y el Reino Unido y también en las ferias más importantes, como la Biofach, donde la Argentina tuvo un muy buen stand", explicó Wren.
Protección
Respecto de las tendencias del mercado internacional para este tipo de productos, la consultora señaló: "se está dando un altísimo y muy veloz crecimiento en alimentos y bebidas, sobre todo en verduras y frutas frescas. Pero es menor en sectores premium . Es difícil encontrar leche, productos lácteos y carne vacuna orgánicos importados. Hay cierta reticencia a la importación y una tendencia a proteger la industria local en Europa".
No obstante los altos aranceles a la importación de ciertos alimentos orgánicos, "los consumidores están cada vez más ansiosos por comprar este tipo de productos", y si bien "la producción local es importante, a la larga el consumidor se queda con la calidad. Por eso es indispensable contar con todos los requisitos de certificación (por ejemplo, que el alimento se encuentre libre de organismos genéticamente modificados, OGM) que respalden la calidad de los mismos", amplió la técnica.
Wren recordó que la Argentina fue uno de los pioneros en certificación de orgánicos, que le valió el reconocimiento por parte de la Unión Europea como "país tercero", que reconoce los estándares propios de certificación y que agiliza bastante los trámites de acceso.
No obstante, otra de las tendencias del mercado consumidor de estos productos es la obsesión por el etiquetado, y no sólo de las que provengan de alguna empresa certificadora de calidad. "Una de las más importantes es la de Fair Trade (comercio justo). En este tipo de certificación se tiene que avanzar mucho", sostuvo Wren.
En síntesis, esta etiqueta en particular obedece a la preocupación de los consumidores "no sólo respecto de en qué condiciones se fabricó tal alimento y de la historia del producto, sino que se respete un precio mínimo para el productor. Tiene que ver con la ética en los negocios y la responsabilidad social empresaria", añadió la consultora.
Iniciativa
Esta certificación la expide FLO International ( Fairtrade Labelling Organizations ), iniciativa internacional presente en más de 45 países, que beneficia a más de 800.000 productores de alimentos, entre ellos de café, té, arroz, bananas, jugos, cacao, azúcar y miel.
Esta institución garantiza al consumidor que los productores que elaboraron los productos que cuenten con la etiqueta Fair Trade reciben un trato justo en la comercialización y que sobre todo, coopera con el desarrollo económico de regiones menos favorecidas y pobres vía la exportación", según agregó Wren.
Más información en la página web: www.intracen.org y también en www.fairtrade.net .
Por Emiliano Galli
Fuente Diario La Nación