Más de cuarenta empresarios argentinos participan en la 11ª edición de la feria Prodexpo, la mayor feria de la alimentación de Rusia que se desarrolla en Moscú hasta el 13 de febrero, con la perspectiva de conquistar este gran mercado de alimentos y bebidas.
El comercio bilateral entre Argentina y Rusia representó para el país ingresos por 192 millones de dólares en el 2002, gracias a la venta de peras, manzanas y limones frescos, así como en aceites refinados, de soja y de girasol, y carnes equina y bovina, según datos del Comité de Aduanas de la Federación de Rusia.
Estos alimentos conquistaron el mercado ruso, ocupando los lugares que en el pasado correspondían al trigo y otros cereales -de los que hoy Rusia se autoabastece- o a los aceites comestibles.
Según datos de la Cancillería Argentina, en los últimos años, el comercio bilateral entre ambos países ha crecido de manera importante, impulsados por el rubro alimenticio.
En el año 2002, las importaciones rusas de productos argentinos, lideradas por los productos alimenticios, aumentaron 92 por ciento, llegando a 192,4 millones de dólares.
En el 2003 las exportaciones argentinas volvieron a crecer 30 por ciento, de la mano de fuertes incrementos en las exportaciones de manzanas, peras, limones, vinos y mostos, y la irrupción de la carne vacuna, cuya importación había estado prohibida a causa de la aftosa.
Con todo ésto, las exportaciones argentinas a Rusia durante el 2003, habrían cerrado con una facturación de 250 millones de dólares, algo que no se refleja del todo en las estadísticas oficiales debido a que gran parte de estas ventas ingresan primero a los puertos de Holanda, Alemania o Lituania.
Un informe elaborado por la representación diplomática argentina destacó el continuo crecimiento de la economía rusa, el notorio incremento del ingreso per cápita en las grandes ciudades y la masiva llegada de los supermercados, que reemplazan a los viejos mercados abiertos (rinaks) o a los precarios almacenes (produktii), con el consiguiente cambio en la estructura del consumo del ciudadano corriente.
Según los analistas, el mercado ruso no es un destino fácil para los exportadores argentinos, por cuestiones de idioma y también por la falta de transparencia en las regulaciones administrativas y sanitarias de la nación europea.
La delegación argentina que participa de la muestra moscovita cuenta con el respaldo de la embajada argentina, la Fundación ExportAr y ProMendoza.