Su consumo mundial está aumentando: en los últimos 3 años, la suba fue de entre el 12 y el 15% en lo que se refiere a Europa y otros consumidores internacionales. Al mismo tiempo se consolida la exigencia de los europeos en cuanto al calibre, la calidad de la carne y la facilidad y rendimiento en la cocción. El precio internacional es bastante firme cotizándose hoy el kilo de Helix Aspersa Müller (nombre científico del caracol de tierra) entre 4 y 4,2 Euros. Tanto la demanda (en volumen) como los precios se mantienen en expansión a un ritmo promedio del 4% anual. Los importadores comienzan a interesarse por joint-ventures con productores del extranjero y compras de producto procesado, dada la diferencia en los costos de manufactura de Europa con la mayoría de los países productores.
En tanto, veamos que pasa por estos lares. Clarín Rural se puso en contacto con Amadeo Sabattini y Jorge Ossés, que tienen montada una empresa dedicada a este tema en Río Segundo (Córdoba), llamada Helix del Sur. Es un emprendimiento para organizar un grupo de establecimientos dedicados a la cría de caracoles. Se decidieron por esta actividad por dos cuestiones: por un lado la posibilidad de trabajar sobre contratos con compradores europeos, intentando salir de la dinámica informal e imprevisible del mercado local. Por el otro, trataron de elegir un campo en el que aprender rápido fuera una ventaja. En conjunto, ya tienen 15 hectáreas en producción.
"Con el comienzo del 2004 se verifica un avance sustancial de la actividad, en grado tal que por primera vez, puede hacerse un balance para pensar en las perspectivas", comentaron Jorge Ossés y Amadeo Sabattini. "La visita del especialista italiano Dr. Giovanni Avagnina, presidente del Istituto Internazionale di Elicicoltura (IIE) en marzo de 2003 marcó el punto de inflexión: a partir de entonces se consolidaron las experiencias productivas, al punto tal que ya existe en el país una red de criaderos con ramificaciones en Uruguay y Chile, existe un contrato de exportación, por primera vez se exportaron animales de criadero y se confirmaron los pronósticos económicos de inversión y productividad que aseguran un futuro estable y en expansión para la actividad", afirmaron.
Segun la gente de Helix del Sur, se discutió mucho en Argentina sobre diferentes modelos de crianza. "A pesar de que la cría a campo demanda más tiempo para el desarrollo completo de animales exportables, a la fecha es el único modelo con el que se logró exportar animales de criadero", dijeron. Un primer lote de 500 kilos salió en diciembre hacia Uruguay para poblar un criadero que se incorporó a la red de Helix del Sur; y entre febrero y mayo de este año se exportarán los primeros lotes de animales con destino a Europa, todavía en cantidades pequeñas (entre 2 y 4 toneladas).
En la Argentina hay aproximadamente unas 30 hectáreas en producción, de las cuales 20 corresponden a criaderos que operan como red, con canal comercial único en base al contrato de compra Italiano. En función de la demanda particular de los consumidores italianos y de las demoras que implicaba el proceso de selección a partir de animales recolectados en Argentina, se decidió importar reproductores seleccionados de Italia para poblar los criaderos de la red. De este modo, se aseguran un punto de partida inmejorable en cuanto a uniformidad y productividad.
"Los primeros criaderos de la red entraron en su segundo año productivo, completando el ciclo de producción y venta. En el corto plazo, son bien factibles productividades de 10 toneladas por hectárea", dijo Sabattini.
"El resultado de todo esto es que se exportaron por primera vez caracoles de criadero (hasta esa fecha todos los caracoles exportados eran animales recolectados en vida silvestre). Además, el correcto acondicionamiento del producto permite exportar sin refrigeración, con una disminución del 25% en el costo del flete (0,50 Euros o 12% del valor final de la mercadería)", comentó. A futuro, los productores van camino a exportar sin refrigerar la mercadería pero también, por la gran demanda de producto envasado, a procesar el caracol evitando de este modo el flete aéreo.
Fuente Diario Clarín